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6:42 pm

Estaba lloviendo a horrores, se estaba cayendo el cielo, pero era un día perfecto para no salir, ver películas y tomar chocolate caliente acompañada de su hermano.










Finalmente se quedó dormido en el sillón, dejé que se durmiera, lo tapé bien con la cobija y cambie la película, el timbre sonó "quién será con esta tormenta?" Pensé.

Abrí la puerta.

Estaba parando frente a mi temblando, todo mojado, con la respiración agitada, el pelo le tapaba la mayor parte de la cara, se le escurría por los hombros de lo mojado, a pesar de que estaba a un metro de mí podía escuchar sus dientes titiritar.

- b-bill - me sorprendió mucho verle parado ahí, no le había dirigido ni la mirada desde hace 4 días, pensé que no le importaba ya que no hizo nada para arreglarlo, mas que ese día....

- Sam - su voz estaba ronca - pu-puedo?

- adelante, pasa, pasa - cerré la puerta después de que él ingresara a mi casa - qué haces aquí? Como vienes con esta tormenta? Estás temblando, no tienes frío? Mira nada más, estás súper empapado, estás mojando todo, quítate la ropa, estás muy mojado, no te muevas, voy por una toalla - fui por esta, Bill no estaba en la entrada, seguí el camino de agua que había dejado. Estaba parado frente a Mazi observando como dormía, solo estaba en bóxers - toma...

- Gracias - se cubrió con la toalla y se frotó el pelo - es muy parecido a ti - dijo en un susurro.

- de qué hablas? No nos parecemos en nada físicamente - me puse a su lado para verlo dormir.

- no, pero al menos durmiendo son muy parecidos, los dos ponen la mano en esa pose y la pierna doblada de la misma manera.

- me observas cuando duermo? - lo volteé a ver.

- a veces, después de hacerlo terminas tan cansada que te quedas dormida inconscientemente, me gusta verte mientras descansas - eso me recordó....

- ah si, me olvidaba, qué quieres y qué haces aquí? No recuerdas que te dije que no quería que me volvieras a buscar para coger? Mira hasta donde llegas, se está cayendo el cielo y solo por coger vienes hasta acá, me impresionas Bill.

- cállate Samantha, hablas demasiado, no vine aquí por coger - soltó un suspiro y me tomó de las manos, se puso frente a mi y me miró a los ojos, serio - quiero arreglar las cosas.

- y te voy a creer - le solté las manos y miré para el costado, evitando su penetrante mirada.

- por favor Samantha.

- qué Bill?, en serio no quiero ser más utilizada por ti, solo me buscas cuando me necesitas, cuando no tienes a nad-

- qué te calles! déjame hablar, por favor - suspiré - no puedo estar sin ti, Samantha, eres mi obsesión, no puedo dejar de pensar en ti, me obsesionas, me vuelvo loco si no estoy besándote, si no escucho tu voz, si no toco tu piel, si no acaricio tus caderas, tu cintura, si tus ojos no me miran, si no estás conmigo, te necesito conmigo y solo conmigo, dependo de ti, no quiero que me dejes, estuve pensado demasiado, si me dijiste que querías algo serio te lo daré, aunque me cueste actuaré como un buen novio, pero no puedo estar sin ti, te daré lo que quieras si estás conmigo y solo conmigo.

Sus palabras me paralizaron, algún día Georg me había mencionado que Bill se había enamorado, no salió muy bien y desde ahí le tiene miedo al compromiso, que le costaría mucho volver a estar en algo serio con alguien, por eso también me decía mucho que por eso se comportaba así conmigo, no quería acercarse mucho a una mujer con la cual no iba a tener sexo y después la dejaría plantada al día siguiente, lo que no sabía es que sí teníamos relaciones.

Esto no puede ser || Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora