XXXV (2/19)

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AMALIA.

—Sujétate bien —me ordena mientras me aferró lo más que puedo a él y él pasa un brazo por mi cintura y pone una mano sobre mi cabeza—. Esto va a doler un poco.

Siento como el auto empieza a moverse todavía mucho más de lo que ya hacía hasta que siento como el vehículo deja de tocar el suelo antes de que todo empiece a dar vueltas y se torne oscuro.

Despierto asustada y con la respiración bastante asustada sobre la cama de Huxley.

Veo todo confundida, ya que hasta hace un momento me encontraba con él en una situación para nada agradable, pero ahora me encuentro en su habitación y por la luz que entra por las ventanas y por mi vestimenta, deduzco que lo que para mi fue hace un momento en realidad fue hace tiempo.

Empiezo a pasar las manos por mi cuerpo en busca de una herida o dolencia, pero no encuentro nada fuera de lo normal.

Siento como un lado de la cama se mueve, lo cual, me asusta por un momento hasta que volteo y me doy cuenta que el movimiento lo ha causado Chispa al subirse a la cama.

—Me asustaste —le digo mientras ella se mueve por la cama hasta que se acuesta a mi lado— ¿Cómo estas?

Empiezo a hacerle mimos en la cabeza, lo cual parece hacerla feliz ya que mueve mucho la cola.

—Te quiero mucho —le digo abrazándola y dándole un beso—. Pero no puedo hacerte mimos en este momento.

La dejo en paz antes de levantarme de la cama y ponerme unos pantaloncillos de Huxley (fue lo primero que vi) y salir de la habitación en su búsqueda.

—Bob —lo llamo cuando lo veo. Él se detiene y se gira para verme— ¿Sabes en dónde se encuentra Huxley?

—El rey en estos momentos se encuentra en batalla —me contesta—. Me dijo que le dijera que no se preocupara y que todo va a estar bien.

—¿Desde hace cuánto está afuera?

—Lleva aproximadamente unas doce horas —me contesta—. Apenas la dejo en la recamara cuando recibió la alerta del ataque e hizo que un doctor la revisara antes de tenerse que ir —me informa— ¿No tiene hambre?

Lo veo desconcertada por la tranquilidad con la que habla y actúa.

—No, gracias —le contesto—. Yo solo —me siento en los escalones de la escalera— voy a esperarlo aquí.

—Pero, reina, no sabe cuando regresara el rey —señala—. Puede incluso tardarse días.

—Pues entonces lo esperare aquí hasta que lo vea entrar por esa puerta —señalo tal objeto—. No me importa si tengo que durar días aquí.

—Pero, reina... —suspira—. Vaya que son tal para cual —murmura—. Le traeré algo de comer.

—Gracias.

Se da la vuelta y desaparece de mi campo de vista.

—Hola —le digo a Chispa cuando aparece a mi lado y se acuesta poniendo su cabeza sobre mis piernas— ¿Me harás compañía?

Empiezo a hacerle mimos mientras me acomodo para sentirme a gusto. 

Solo espero que todo salga bien y que Huxley regrese pronto.

🍋🍋🍋🍋🍋

Me despierto cuando escucho los ladridos de Chispa y cuando me siento y abro los ojos, entiendo el porque de sus ladridos.

Me levanto lo más rápido que puedo de las escaleras y corro hacia mi soulmate, el cual abre los brazos y me alza.

—¿Estas bien? —le pregunto dejándolo de abrazar e inspeccionando su rostro con mis manos— ¿Estas muy herido?

LA CHOCOLATINA DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora