8. Enredo.

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"Querido SeokJin..."

"La vida es bella de nuevo..."

—Podemos hablar con tus padres... un poco de presión y... —la voz insistente de BoMi se escucha en la bocina de mi teléfono.

Recostada sobre mi cama, mis largas piernas estiradas hacia arriba con ayuda de la cabecera y el teléfono pegado a mí oído, intentamos idear un plan para poder asistir a la firma de autógrafos de "DNH".

—No funcionará, mi madre no se deja manipular por nada. —La desesperanza se apodera de nosotras.

—¿Y si le decimos que entre todas le ayudaremos con los quehaceres de tu casa? —propone Hoshi en un acto de desesperación.

Escucho que BoMi se queja pues ella no está dispuesta nada de eso.

—Mejor olvídenlo. Puedo llegar cuando el partido termine.

No es la mejor opción pero sí la única.

—Para entonces habrá una fila infinita —menciona BoMi.

Jamás he presenciado esa clase de eventos, pero según palabras de mi mejor amiga; es algo que debo ver al menos una vez en la vida. No soy una fanática del grupo en cuestión, sin embargo me llena de curiosidad.

De mi bolso tomo la cajita del cd que BoMi me prestó para familiarizarme con su música. Los chicos son muy atractivos y exóticos.

«SeokJin podría estar en la portada de un disco como este.»

«¡Nah! Él no es un chico malo como estos.»

Hablando del rey, puedo escuchar su voz y la de Eric desde el patio frontal. Ellos practican baloncesto a pesar del calor infernal del fin de primavera. Con el teléfono pegado a mi oreja me asomo a la ventana esperando ver la típica escena a la que ya estoy acostumbrada. Pero lo que mis ojos encuentran hacen saltar mi corazón.

«Dios.»

Es SeokJin con el torso desnudo y su camiseta atorada en el resorte de sus pantaloncillos deportivos. Si bien mi hermano se encuentra en la misma situación, yo no puedo más que fijar la mirada en el chico más atractivo que mis ojos hayan visto.

«Lo estás haciendo muy difícil para mí», pienso mientras mis amigas aun discuten una manera de librarme del partido. Pero reflexionando, si el partido se tratara de ver a Jin de esta manera, podría perderme todas las firmas de autógrafos del mundo.

Lo miro con la mente perdida en pensamientos que mi joven cabeza debería evitar y en un momento descuidado de mi parte sonrío como si esta vida no incluyera preocupación alguna.

Desde que he aceptado que Jin me gusta puedo sonreír sin sentirme avergonzada.

Ambos chicos se detienen después de que Eric encesta el balón por última vez. Mi basquetbolista/chef favorito toma su camiseta y seca su rostro etéreo con ella. A Eric lo he perdido de vista, al parecer entró a la casa, no me importa.

Kim se coloca su camiseta de nuevo y es como si yo me despertara de un sueño sofocador, mira hacia arriba tan seguro de si como si supiera que lo he estado mirando por varios minutos.

Me saluda sin decir una palabra y con todo el valor que me alberga en este momento le devuelvo el saludo.

—¿Sigues ahí, Leyla? —Hoshi me regaña.

«No.»

—Ajam las estoy escuchando —miento y me recuesto sobre la cama que a comparación de mi cuerpo, se siente fría y fresca.

Just One Day (KSJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora