12. Despedida (Capítulo final)

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"Querido SeokJin."

"Cada noche de luna llena no puedo evitar extrañarte..."

Oficialmente, lo que ayer fue mi hogar, es ahora una estructura vacía y desprovista de calor. No puedo evitar soltar un suspiro pesado cuando la última caja es cuidadosamente sellada y depositada en el pequeño camión de mudanzas.

Me siento cansada, anoche el insomnio impertinente atacó mi mente saturada de pensamientos que danzaban sin descanso. Ignoro por completo lo que el destino me depara, ya que he evitado cualquier conversación seria con mis padres. Desconozco los planes familiares, me siento como una marioneta desorientada, sin planes propios que guíen mi rumbo.

«Rayos.»

Debí haber reflexionado más acerca de lo que haré a partir de hoy. Me sumergí en lamentos y autocompasión, que me olvidé que el futuro no es un concepto lejano. Tomo asiento en la escalinata frente a la casa y observo a mi mamá dirigiendo con firmeza al grupo de trabajadores que llevarán los restos de mi vida a lo que será nuestro nuevo hogar. Eric no se ha despegado de ella, creo que ambos sobrellevamos la inquietud de maneras diferentes. Él y mi madre han hecho las paces después de la gran discusión que tuvieron a causa de la fiesta, parece que nada ha pasado.

—Cambia esa cara, enana —me dice Eric tratando de infundir ánimo. Su silueta proyecta una sombra sobre el sol mañanero que plácidamente me ilumina. —Será como el inicio de la nueva temporada de la serie de tu vida.

Una esquina de mis labios se curva hacia arriba, suelo pensar cosas menos amables sobre mi hermano, pero hoy siento que sus intenciones de reconfortarme son auténticas.

— ¿Una segunda o tercera temporada? —inquiero, sumida en la duda.

—Una en la que tal vez te consigas un novio —responde confiando logrando que mi ceño se frunza.

— ¿Un novio de Daegu? —pregunto, simulando considerar la idea. —Creí que no permitías que nadie se acercara a mí con esas intenciones.

Eric encoge los hombros y mete las manos a los bolsillos de sus flojos vaqueros. —Esa regla solo aplica con mis amigos.

«Te odio un poco.»

— ¿Qué es lo que estamos esperando? —pregunto cuando el camión de mudanzas prende el motor para calentar su maquinaria haciendo que mis oídos se quejen por el fuerte sonido.

Eric no pronuncia palabra pero con un movimiento de cejas me indica que dirija mi mirada hacia la izquierda. Una sonrisa amplia y genuina aparece en mi rostro al descubrir a BoMi y Hoshi descendiendo de la camioneta de los Lee. BoMi sostiene unos listones con globos metálicos flotantes. Uno en forma de corazón con un mensaje que dice "buen viaje" y otro con forma de spiderman, este último supongo fue idea de Hoshi.

Mi amiga japonesa, por su parte, trae consigo un paquete rectangular envuelto con papel decorado por ella misma.

—No ibas a irte sin despedirte formalmente de nosotras ¿O sí? —habla Tsubaki y sé que intenta sonar serena, pero puedo vislumbrar cierta tristeza en sus ojos.

Niego con la cabeza y miro a mi hermano como señal de que es momento de dejarme sola con mis amigas.

—No la hagan llorar, por favor —les pide burlonamente—. Es imposible calmarla una vez que comienza a llorar.

« ¿Y tú qué sabes? »

—Te preparamos esto —exclama BoMi y no tarda ni un segundo en derramar lágrimas. — ¡Ay, lo siento! No puedo evitarlo.

Recibo sus regalos con un nudo en la garganta y, con la mirada les pregunto si puedo desenvolver el paquete. Ambas asienten, BoMi con los ojos enrojecidos.

Just One Day (KSJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora