𝟷𝟼

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Jimin se encontraba sentada en la azotea de la escuela, compartiendo con Minjeong los bollitos rellenos de chocolate que su padre había preparado para ella.

Minjeong estaba sentada a su lado, ambas sumidas en un cómodo silencio. La rubia tenía la mirada un poco perdida, mientras que Jimin solo miraba lo linda que se veía con las mejillas abultadas.
Hasta que notó un pequeño detalle, justo en la comisura de sus labios había un rastro de chocolate.
Estuvo a punto de decirle, pero lo pensó un poco y creyó que sería más divertido quitarle ese chocolate de la manera mas cursi posible, con un beso.
Sonrió y se acercó a la menor, que seguía algo distraída. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca de sus labios, una mano se interpuso entre ellas.

— No. — Sentenció Minjeong, apartando la boca de Jimin lejos de la propia.

La pelinegra abultó sus labios, confundida. Se volvió a acercar a la menor, pero éste volvió a apartarla.

— ¿Por qué no? — Preguntó con un puchero en sus labios.

— Mmh, estoy molesta contigo. — Dijo mientras se cruzaba de brazos.

— Pero... ¿por qué? — Sollozó falsamente.

— ¿Pir que ni intintar con ilguien más?" — Repitió las palabras que le había dicho Jimin días antes con un tono burlesco, para después fruncir el ceño.
tan solo recordarlo la hacía enfadar.

— Min, no lo dije en serio. — Aclaró un poco preocupada, sabía que se le había pasado la mano con sus palabras.

— ¿Y que pretendías? ¿Darme celos? Bueno, felicidades, lo lograste, ahora aléjate de mi boca. — Reclamó mirando hacia otro lado.

Ahora Jimin estaba genuinamente arrepentida de haber dicho esas cosas, claro que no deseaba tener citas con otras personas que no fueran Minjeong.

— Lo siento... — Bajó la mirada como perro regañado y suspiró, sin saber muy bien que hacer para remediarlo.

— Se que...se que yo tampoco he sido muy clara, pero...dijiste cosas como si...como si yo dejara que cualquier persona me besara... — Jimin le miró nuevamente, consternada. Definitivamente ella no pretendía insinuar eso, solo había hablado sin pensar y no tomó en cuenta los sentimientos de Minjeong. Quiso hablar, pero la rubia siguió.
— Es decir...es obvio que tu eres especial para mi. Y no me refiero a especial como lo es una amiga. — Esa simple oración bastó para dejar a Jimin
sin palabras. — Para mi, tu eres más que eso... —
La pelinegra se quedó muda por un momento, antes de dejar escapar una pequeña sonrisa de pura felicidad. Se acercó de nuevo a Minjeong, tomándola suavemente de la mejilla para que la viera a los ojos.

— Min, lamento haber dicho esas cosas, no era mi intención hacerte sentir mal. Pero, ¿sabes algo? Definitivamente no tendría citas con nadie más, por el simple hecho de que no pienso rendirme tan fácilmente contigo.

Las mejillas de Minjeong rápidamente se tornaron de un color rojo intenso, mientras dejaba escapar una risita nerviosa. Jimin se tomó la libertad de besar la comisura de su boca para limpiar el chocolate que se encontrabaa en ella.

— Tenías chocolate ahí. — Dijo riendo.
Minjeong sonrió embelesada, y se acercó a dejar un beso corto en sus labios. — Estás rojita, Min. — Mencionó divertida, y la rubia rodó los ojos para luego abrazarle.

Blush | WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora