Aria
Lo primero que hice después de que Alex me invitara a una cita fue llegar al apartamento, hacer mucho café y dedicarme toda la noche a averiguar todo lo que pudiera sobre él. Por qué, aunque fuese extremadamente atractivo, no iba a salir con alguien a quien no conocía para nada. Aunque una parte de mí quería confiar en él, la otra parte dudaba de sus intenciones.
Abrí mi notebook bebiendo un sorbo largo de café.
Lo primero que encontrabas al escribir «Storwell» en la barra del buscador eran millones de artículos describiendo la fortuna del apellido. Hice clic en el primer post y me di cuenta de que la familia estaba en el puesto número tres del Ranking anual de las dinastías más ricas del mundo. Abrí los ojos impactada. Sinceramente, no me esperaba algo así. Estaba más que claro que tenían muchísimo dinero, ¡vivían en una mansión por dios santo! Pero jamás pensé que eran una de las familias más poderosas del maldito mundo.
Después de recuperar la compostura al enterarme de semejante noticia, comencé a googlear uno por uno a los integrantes de la famosa familia S.
El primer nombre que salió fue el de Joseph Storwell, el padre de Lucian y por ende el abuelo de Alex. Un hombre sofisticado por donde se le mire, algo así como un George Clooney, pero con los mismos ojos verdes que su nieto y su hijo. Joseph se ubicaba en el puesto número tres de las personas más ricas del mundo, según la revista Forbes. Propietario de Wellst Hotels & Resorts. La mayor compañía hotelera del planeta. También dueño de la empresa de autos de lujo SW. Sin contar las docenas de inversiones en empresas populares, incluidas varias redes sociales y marcas de moda y cosméticos. Al ver los números que conformaban la fortuna de los Storwell estuve en shock, durante unos segundos. Era lejos el número más largo que había visto en toda mi vida.
Luego de mi momentáneo estado de shock, seguí con mi investigación
El segundo nombre en aparecer fue el de Lucian Storwell, el padre de Alex, y el futuro heredero de empresas W. Un hombre respetado y alabado en el mundo de los negocios. Su inteligencia y liderazgo es digno de admirar. Hoy en día es presidente de Wellst y director general en SW.
El tercer nombre fue el de Amelia Storwell, la esposa de Lucian y madre de Alex. Diseñadora de vestuario y dueña de la famosísima marca de alta costura... Roux.
Solté el notebook con el corazón en la boca.
—¡Oh por dios, oh por dios, oh por dios! ¡No puede ser! —me levanté de un salto. Mi sueño siempre fue trabajar para Amelia Roux, aprender lo que más pudiera de ella y luego crear mi propio imperio. Por eso vine a Londres, quería estudiar en el mismo lugar donde estudió mi modelo a seguir. La admiraba a más no poder y que fuese la mamá de Alex me pilló por sorpresa.
Comencé a reír idiotamente. Seguía sin creerlo. ¡La tuve a dos metros de distancia en la fiesta de Alex! Era su madre, ¡por dios! ¿Ahora como lo iba a mirar a los ojos sin evitar decirle que era una fan loca de su propia mamá? Pensaría que era una desquiciada y lo más probable era que dejaría de llamarme luego de la primera cita. Y eso realmente era lo último que quería. Por lo tanto, me obligué a calmarme y a respirar hondo. Alex no tendría por qué enterarse de mi pequeño fanatismo. Entonces decidí callar y dejar que las cosas fluyeran.
Respiré hondo por quinta vez y volví a sentarme. Agarré el notebook y seguí con mi investigación, pero esta vez con una sonrisa de oreja a oreja.
El cuarto nombre fue el de Isabella Storwell. Primera hija del matrimonio, de la cual por más que busqué información, no encontré absolutamente nada. Me pareció muy extraño. Lo único que pude ver fue la foto del cuadro que había visto en la mansión, pero nada más respecto a ella. Era como si realmente no existiera.
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Una luz a Medianoche © (Libro 1)
RomancePrimer libro de la bilogía Medianoche🦋 Aria tiene sus demonios, ha pasado temporadas en el lado oscuro de la luna, hasta que una noche conoce a Alex, quien también ha estado allí. En el momento en que sus miradas chocaron supieron que sus vidas no...