Misuk
"No es pecar, es disfrutar"
Definitivamente algo estaba pasando. Algo entre el señor Jeon y yo no era normal, yo tampoco entendía porque seguía respondiendo a sus impulsos, ni porque obedecía sin ningún reparo a todo lo que él decía.
Me sentía como un robot, pero su voz era como si estuviera grabada en mi sistema y calificada como la que tenía que obedecer todo el tiempo. Me sentía rara, pero aún así... Me gustaba.
No era normal, pero tampoco le veía lo malo, muy en el fondo no se sentía malo.
Me había extrangulado la mano literalmente y yo no había hecho nada. Absolutamente nada.
Y ahora lo estaba acompañando a sabrá Dios donde. Estaba un poco nerviosa, no tenía idea a donde me podría llevar y eso me inquietaba, con un hombre como él nunca se sabía y había que estar a la defensiva por si acaso, pero para que mentirme a mi misma, no podía estar a la defensiva con él porque no era algo que me nacía, ya había demostrado que iba a cumplir al dedillo todo aquello que él dijera y yo me iba a dejar llevar.
Cuando estuvimos en su auto, él lado de piloto y yo de copiloto, sentí que el espacio era demasiado reducido para los dos, cuando el señor Jeon estaba demasiado cerca mi corazón comenzaba a sufrir, martilleaba en mi pecho con demasiada velocidad, las manos me sudaban y mis mejillas parecían querer explotar sin motivo alguno, me sentía intimidada, pequeña, desprotegida estando en su mismo ambiente, respirando el mismo aire que él.
—¿H-ha dónde iremos? —pregunté tratando de minimizar el incómodo ambiente que había entre los dos.
El señor Jeon sin mirarme sonrió y arrancó su auto. ¿Porqué era así conmigo? Es como si quisiera añadirle suspenso a todo y eso me inquietaba demasiado.
—Ya lo sabrás, solo espera un poco —contestó y yo no dije nada más.
Entre nosotros habían pocas palabras pero tampoco es como si me gustara entablar una conversación con él, cuando sabía que si comenzaba a hablar cualquier cosa con él terminaría soltando algún tema no apto para mí, al menos terminaría diciendo algo que a mí no me gustaría saber y tampoco del cual podría argumentar.
Nos quedamos en silencio durante todo el trayecto. Miré todo el rato por la ventanilla intentando concentrarme en otra cosa que no fuera el señor que tenía al lado.
Viendo las personas caminando por las aceras, o sentadas en los parques me hacía recordar mi familia, hacía rato que no hablaba con mamá, tampoco sabía cómo estar Minyoon, mi hermano menor, y de solo pensar en ellos se le comprimía el pecho y se me instalaban unas enormes ganas de llorar.
Necesitaba este trabajo, necesitaba sacar adelante a ambos, mamá me necesitaba, Minyoon me necesitaba aún más, no sabía cuánto podría resistir si yo no pagaba sus medicinas y el hospital.
Sin darme cuenta me encontraba llorando, a pesar de que Seúl era hermoso, a mi mente solo se me venían imágenes de mi mamá y mi hermano.
El señor Jeon se detuvo en un semáforo y me encogí más contra la ventanilla, no quería que me viera llorando.
—¿Pasa algo? —preguntó, a pesar de que parecía interesado en mi estado de ánimo, lo dijo demasiado seco, por lo que me obtuve a responderle y negué con la cabeza —¿Entonces porqué lloras? —siguió indagando —No me gustan las personas que lloran —añadió, yo me encogí de hombros porque no me importaba que no le gustaran, yo seguiría llorando porque era lo que sentía, y lo oí gruñir —Vale, podemos hablar, Misuk —su tono de voz cambió por completo.

ESTÁS LEYENDO
Unholy › jjk
FanfictionCuando Kim Misuk comenzó a trabajar en la casa de Jeon, pensó que era el chico agradable que la recibió, para una monja como ella, no era muy común ver hombres, estar en un convento era estar en una cárcel la vida entera y entregarse en cuerpo y alm...