Unholy › jjk

07

Misuk:

"Cediendo a lo prohibido"

Oí el timbre sonar unas cuantas veces y dejé de hacer lo que estaba haciendo para abrir. El señor Jeon estaba hoy de descanso, y se había mantenido en la oficina que tenía aquí en su casa desde que se despertó. El señor Jeon mantenía una rutina que me había aprendido con el paso de los días y las semanas, cuando se levantaba, antes de darse una ducha y desayunar, salía a correr, luego se pasaba un buen tiempo en el gimnasio, el cual no había ni siquiera por curiosidad visto, y después de acabar su buena tanda de ejercicios, desayuna y se alista para irse al trabajo o para seguir trabajando en casa.

Agradecía muy en el fondo no habérmelo topado en la mañana, ayer me había tomado todo por sorpresa, me había dejado jadeando y sentí una presión en mi vientre bajo que jamás había sentido.

Cuando abrí la puerta me llevé la sorpresa de ver al señor Jeon, y padre del otro señor Jeon que era mi jefe. Reconocería a este hombre mayor en donde fuera, hablé muchas veces con el cuando iba al convento a visitar al padre Choi, era un señor muy noble y también muy gracioso. Él sonrió al verme, enseñando sus arrugas debido a los años.

—Misuk —pronunció mi nombre y no dudó en abrir los brazos para corresponderle en un abrazo.

Yo sonreí feliz de verlo, la verdad es que me hacía bien ver personas distintas luego de tantas semanas encerrada en las paredes de la mansión del señor Jeon.

—Señor, que bueno es verlo —nos separamos y me hice a un lado para que entrase a la casa de su hijo.

—Lo mismo digo, Misuk, la verdad es que me esperaba verte aquí, pero una parte de mi tenía miedo de que ya te hubieras asustado con Jungkook y hubieras vuelto al convento —sonreí ante lo dicho.

La verdad es que ganas no me faltaban, pero supongo que algo más me ataba a este lugar. No me sentía asustada, no intimidada ante el señor Jeon, era verdad que me sentía pequeña a su lado cuando me ordenaba, pero no era motivo para salir corriendo.

—Pues ya me ve aquí —fuimos a sentarnos al sofá que había estado acomodado minutos antes que llegara él.

—Dosul debe de estar desesperado, y te debe de extrañar mucho, no era nadie sin ti a su lado —comenta mencionando al padre Choi.

—Nada que ver, Sooyun lo debe de estar ayudando mucho, siempre tendrá a alguien para que me sustituya —añadí.

—Yo digo que no, pero bueno —se encogió de hombros.

—Oh, soy una maleducada, ¿Quiere algo de tomar, o de comer? —me alerté, él sonrió.

—¿Me harás ese flan con dulce de leche que siempre hacías en el convento? Si es así, si quiero —señaló.

—Claro, y tiene suerte de que se lo hice a su hijo hoy para el postre de la cena —nos levantamos los dos y caminamos hacia la cocina.

—Le estás dando muchos gustos a Jungkook, Misuk, creo que no se merecía a alguien tan buena como tú para que lo cuidaran —negué entrando a la cocina y comenzando a preparar el dulce.

—Su hijo no exige nada, lo normal es que yo quiera superarme —dije. Él se sentó en la barra viéndome colocar el flan en un platillo para luego colocarle el dulce de leche encima para tendercelo.

El señor Jeon no podía comer azúcar, ya que era un hombre diabético, pero nunca se resistió a mis postres.

—¿No te a asustado, verdad? Me pego si es así, puede ser muy guapo y el prototipo de hombre que a cualquier mujer le gustaría, pero es un idiota —dijo.