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Jeon Jungkook

"Invitación"

Hoy me sentía mejor que nunca, me sentía fresco, liberado, y en todo sentido de la palabra, mi plan estaba saliendo tan bien que ni yo mismo hubiera llegado a pensar que Misuk, siendo una monja recatada, hubiera caído en mis encantos con solo un chasquido de dedos.

Ahí es donde yo me ponía a pensar, que el placer, es algo que todo el mundo siente y anela, no hay religión ni Dios todopoderoso que pueda ir en contra de los deseos carnales, tanto de un hombre como de una mujer, cuando lo sientes, el placer te consume y sea como sea intentas conseguir complacer tu deseo. Y eso era lo que Misuk había sentido, Misuk, aparte de sentir una gran necesidad de hacer lo que yo le diga, también deseaba acabar con un fuego ardiente que la consumía por dentro, lo que la llevó a hacer todo lo que hicimos ayer, del cual, no me quejaba en absoluto. Porque también lo deseaba, y haberlo conseguido, me tenía más que satisfecho.

Incluso cuando entré a la oficina, saludé a mi secretaria con amabilidad y un guiño de ojo, lo que la hizo hacerme una sonrisa boba, y podía apostar mi empresa y mi fortuna entera, a que había mojado las bragas por la forma en la que se removió al saludarme.

Apenas entré a mi oficina, dejé mi maletín de mano encima de mi escritorio de cristal pulcramente limpio, saqué la copia original que había hecho hace unos años atrás de los contratos que debían firmar las mujeres que estaban dispuestas a someterse a mi, para luego encender mi computadora y un pendrive para comenzar a redactar cada línea para el contrato de Misuk.

Iba a hacer esta noche, lo tenía muy decidido, además, había estudiado muchísimo a Misuk, y ella aceptaría todo lo que yo le dijera sin objetar, si la manipulaba un poco. Misuk era el tipo de chica que no podría decirte que no, si le dabas una razón, por la que no debería de negarse, y eso jugaba a mi favor.

Pasé alrededor de treinta minutos redactando las dos primeras páginas, incluyendo reglas, juegos a los que la sometería, castigos, etc..., cuando levanté la vista hacia la puerta debido al sonido de esta al abrirse, pero luego volví a lo que estaba al ver que solo era Jimin, que no tenía importancia y no tenía porqué dejar de escribir.

—¿Qué? —me apuntó, yo esta vez le presté atención porque  sabía que no me dejaría avanzar con lo que estaba haciendo a menos que se marchara de una vez —Traje nuevo, perfume, brillo resplandeciente en el rostro y ojos... ¡Usted folló ayer! —escandalizó, yo suspiré y sonreí de lado —¡Y te estás riendo! ¡No me lo puedo creer! La chica cayó ¿verdad? —asentí.

—Cayó más redonda que tu cara cuando te levantas, Jimin —él hizo una mueca de desagrado por mi comparación pero lo dejó pasar —Pero no hemos follado, solo hemos echo cosas entre los dos —Jimin sonrió sabiendo a lo que me refería —Es virgen. Y tampoco quiero ser un idiota con su primera vez —dije.

—Dios, eso espero, porque esa chica, si terminó haciendo lo que me imagino contigo, es porque es capas de tirarse a un acantilado por tí si se lo pides —me encogí de hombros quitándole importancia, pero sabía que era verdad.

Misuk solita, sin yo haber hecho absolutamente nada, se había eclipsado por mi, y yo no era ajeno a eso, pero tampoco me quejaba, porque eso era lo que quería lograr desde un principio.

—Oye, ¿pero no nos la vas a presentar? Yo quiero conocer a Misuk, Tae también, yo creo que ya va siendo hora de que nos invites a tu casa, y así cenamos todos juntos ¿que te parece? O también pueden venir a mi casa, da igual —dijo Jimin, emocionado por un encuentro que no me parecía para nada mala idea.

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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Unholy › jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora