Misuk:
"Sin ropa"
Cuando estoy completamente bañada y olorosa me dispongo a salir del baño del señor Jeon para secarme, el señor tenía muchas cosas para su cuidado personal, me gustaba ese lado de él en el que cuidaba de su piel, aunque era bastante evidente que se cuidaba porque su piel era preciosa, él completo era muy hermoso.
Una vez estuve seca, miré en lo que traía buscando ropa interior limpia, sin embargo, me di cuenta de ese pequeño detalle, y era que no había agarrado ropa interior para ponerme, la verdad es que me había entretenido tanto con el señor Jeon, y había aceptado sin más y lo que menos se me había cruzado por la cabeza era el hecho de volver a mi habitación por más ropa a parte de la que traía puesta en ese momento.
Suspiré negando de un lado a otro por mi descuido, solo a mi me pasaban este tipo de cosas. Yo me buscaba los problemas solita.
Me llené de valor y me convencí de que saldría corriendo de allí sin mirar al señor Jeon para que no pasara nada. Me envolví en la toalla y abrí la puerta del baño, mi pulso se aceleró cuando vi al señor Jeon acostado en su cama viendo algo en su teléfono mientras permanecía aún en bóxer. Simplemente no pude evitar mirar.
Había decido salir corriendo y solo bastó la imagen del señor Jeon en poca ropa para detener todos mis sentidos. No era algo común para mí ver hombres en ropa interior, y ver al señor Jeon no es que fuera una tortura, al contrario, era todo un privilegio.
El señor Jeon levantó la vista y no pude evitar sonrojarme cuando me miró de arriba a bajo y luego sonrió volviendo a miratme a los ojos, conectando nuestras miradas.
—Te da vergüenza ponerte un vestido revelador pero en la primera oportunidad que tienes sales en toalla de mi baño —comentó enseguida, dejó su teléfono a un lado y comenzó a levantarse de la cama.
Mi sistema comenzó a pitar y a gritar PELIGRO.
—S-Se me quedó mi ropa interior en mi habitación —dije, nerviosa y cohibida.
Se estaba acercando con cautela mientras sonreía con algo que no sabría descifrar pero que de seguro no significaba nada bueno.
—Pero que yo sepa entraste en un vestido, pudiste ponértelo y pasar desapercibida, sin embargo saliste en toalla mostrándome lo evidente, y es de que estás desnuda debajo —tragué saliva.
Por un momento odié que tuviera tanta razón, no había pensado en eso.
El señor Jeon acortó toda nuestra distancia y por un momento comencé a perder el aire, mi pulso se comenzó a disparar y mi respiración a agitar.
Retrocedí todo lo que pude evitando el contacto físico. En mi cabeza no pasaba nada en ese momento que no fuera lo peligroso que esto sí pondría si él se acercaba del todo. Pero no pude escapar más cuando mi espalda chocó con la pared. Quise huir por un costado pero el señor Jeon tuvo reflejos más rápidos que yo al poner un brazo a cada lado de mi cabeza, encerrándome entre él y sus brazos.
Me encogí en mi misma, sintiéndome mareada al tenerlo tan cerca, mis manos que sujetaban la tela de la toalla lograba tocar su piel desnuda, la cual estaba suave y tibia. Levanté la vista a pesar del remolino de cosas que sentía en mi interior y sus ojos me hipnotizaron al instante. Brillaban tanto, y eran tan bonitos así de cerca.
Todo a mi alrededor se tuvo al verle a los ojos, perdida en las miles de estrellas que se apresaban en ellos. Tragué saliva.
No podía ocultar aunque quisiera lo que él señor Jeon me hacía sentir. Era verdad que nunca había estado con un hombre cerca como para sentir algo parecido, pero estaba segura de que no era necesario conocer a otros hombres cuando yo estaba más que convencida que esto solo me pasaba y me pasaría con él.
Él relamió sus labios de una manera increíblemente desconcertante para mí y una de sus manos acarició mi mejilla manteniéndose serio esta vez. Me observó como si yo fuera lo único que el quería tener en ese momento. Su mano me acarició tan suavemente que no pude evitar cerrar los ojos perdida en la sensación y abrí un poco mis labios jadeando sin poder evitarlo. Abrí mis ojos sintiendo mi rostro más que caliente al hacer ese sonido. Él señor Jeon aún me miraba serio, lo vi tragar saliva.
Él también se estaba controlando.
Su mano bajó a mi cuello y mis piernas amenazaron con fallarme y hacerme caer al suelo en cualquier momento, todos los bellos de cuerpo se erizaron y otras cosas también no pudieron evitar el estímulo.
Su mano libre se cerraron sobre las dos mías que mantenían segura la toalla, y yo me desesperé cuando entendí lo que quería hacer. Pero su otra mano que aún estaba en mi cuello volvió a mi mejilla, como dándome la seguridad de que estaba bien, y su mirada también decía lo mismo. A pesar de que hice el amago de no dejar que soltara mi toalla, terminé sediendo y dejando caer mis brazos a mis costados, en cuestiones de segundos la misma quedó tirada en el suelo.
Nunca había estado desnuda delante de nadie, pero si me dieran a escoger en mis próximas vidas a quien quería delante cuando me desnudara por primera vez, sin duda seguiría escogiendo al señor Jeon, porque él no me miraba con defectos, él me miraba como si yo fuera lo más hermoso que tuvo delante en toda su vida.
Sin duda el señor Jeon sabía cómo hacer sentir seguro a uno con solo una mirada.
Su mano bajó nuevamente a mi cuello e hizo un poco de presión, nada violento, sus ojos se oscurecieron y volvió a tragar saliva y luego a relamer su labio inferior junto con su piercing.
No podía evitar apretar mis piernas, el señor Jeon tenía algún tipo de efecto en otras partes de mi cuerpo, y eso era evidente. Se acercó a mi rostro tanto que su cabello tocó mi frente para luego susurrar.
—Me estoy volviendo loco de las ganas que tengo de besarte, Kim Misuk —su voz era tan roca y tan sexy que la que tragó saliva esta vez fui yo.
Aunque me estuviera muriendo de vergüenza por estar desnuda, no podía ignorar lo inevitable. Por lo mismo me acerqué a él, imitando lo que él había hecho ese día en la playa, dejé solo un casto beso sobre sus suaves y rosados labios.
Una picazón igual que la que sentí ese día se quedó en mis labios.
El señor Jeon se quedó quieto durante unos segundos, en los que me puso más nerviosa de lo que ya estaba. Luego simplemente me dejó sin aire.
Había sacado un lado del señor Jeon que se estaba controlando dentro de él, porque me apretó tanto contra la pared de un momento a otro que no tuve la opción de gritar. Me asustó, pero justo ahora lo tenía tan cerca, tocando piel con piel, y ambos ya no podíamos controlar lo que tanto yo había estado evitando.
Y el señor Jeon ya no podía tampoco soportarlo más.
[Maratón 2/2]══════◄••❀••►══════
Bueeeno, está tensión no la aguanto ni yo😳
Me sonrojé escribiendo esto y no es cuento.¡VAMOS A PECAR!😈
Hasta aquí el mini maratón, ahora van a tener que esperar para el próximo capítulo unos días, soy mala lo sé, pero ahora mismo no tengo tiempo para continuar, pero volveré en unos días cuando el caos en mi casa se calme.
Coméntenme que les pareció, si tienes alguna idea de lo que pueda pasar más adelante (aunque creo que es obvio), qué piensan de Misuk, de Jungkook.
Lxs sarangheo ❤️
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Unholy › jjk
FanfictionCuando Kim Misuk comenzó a trabajar en la casa de Jeon, pensó que era el chico agradable que la recibió, para una monja como ella, no era muy común ver hombres, estar en un convento era estar en una cárcel la vida entera y entregarse en cuerpo y alm...