Enamorado De Jimin [YM]

CAPÍTULO 10

Historia 100% de mi autoría
Prohibida su copia y/o adaptación

—— PAREJA PROTAGÓNICA ——
Min Yoongi • Park Jimin

"Las faltas de ortografía se corregirán cuando la historia esté concluída"

Para un Yoongi de diecisiete años, el amor era algo innecesario, tonto y que tarde o temprano debía acabar, porque para él, las relaciones amorosas eran pasajeras e ilógicas.

¿El mejor consejo para no sufrir por amor?

Sencillo, no te enamores.

Al final, todo lo que creía y pensaba fue derrumbado igual a una torre de cartas, recuerda perfectamente esa mañana, su padre lo levantó temprano un sábado para llevarle el almuerzo a su madre.

La señora Min había estado casi cinco días en la fiscalía, sumergida en montañas de casos por atender dentro de su oficina.

Su padre le entregó la lonchera de tela y un enorme termo con café, también recuerda haber subido al autobús y esperar más de una hora un viaje que debió haber sido de veinte minutos gracias al terrible tráfico de la cuidad.

Cuando llegó se encontró con el sin fin de escalones que daban a los enormes portones de la fiscalía, cuando las subió se encontró dos caminos más de escaleras para ir a la oficina de su madre, suspiró y caminó con desgano pero sonrió al ver a su progenitora en la recepción hablando con otra mujer y una adolescente.

La mujer visualizó a su hijo y lo saludó con una tierna sonrisa, Yoongi se acercó inclinándose educadamente ante la mujer y la chica.

— Yoongi, justo a tiempo. Quiero presentarte a la abogada Shin, fue mi compañera en la universidad.

— Tu madre habla tanto sobre ti, por fin tengo el gusto de conocerte — Yoongi asintió, la mujer tomó suavemente los brazos de la adolescente y continuó — Ella es Jimin, mi hija.

Nunca había entendido lo que era amor a primera vista, creía que no iba más allá que simple atracción física, y en parte era cierto, no pudo evitar sentirse atraído ante su voluminoso cabello color caoba, su pequeña cintura y lo linda que se veía con esa primaveral falda amarilla junto a su blusa blanca.

Sintió un ligero pinchazo en su pecho cuando la chica sonrió, sus pequeños y finos labios rositas lo cautivaron y por primera vez la frase "caer ante sus encantos" tuvo sentido para él.

Esas típicas y melosas escenas románticas, el mundo deteniéndose enfocando sólo su dulce rostro, fue el recuerdo que siempre conservaría como suyo.

Sin embargo, admitía que su adorable apariencia no fue lo único ante lo que cayó, tampoco era alguien fácil, o eso intentó repetir por tantos años hasta creerlo.