4 | Ligero sabor a café y alcohol

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Luego de un largo fin de semana sin saber nada de Luan al fin era lunes y podría ir a verlo, aunque necesitaba hacer una parada por unos girasoles

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Luego de un largo fin de semana sin saber nada de Luan al fin era lunes y podría ir a verlo, aunque necesitaba hacer una parada por unos girasoles.

Cuando llegué solo estaba Sun quien no sabía nada de Luan, pero no se notaba preocupado por ello, en cambio, yo seguía preocupado, hasta que lo vi. Lo inspeccioné varias veces para asegurarme que no pasaba nada por alto, él seguía siendo el mismo de siempre.

—¡Aster! ¿Qué tal tu fin de semana?

—Yo soy el que debería preguntar, te desapareciste todo el fin de semana —dije un poco preocupado, no quería sonar a que le estaba reclamando— ¿Estás bien?

—Estoy bien. Trajiste girasoles otra vez, Sun ya los extrañaba.

Su respuesta seca y el cambio de tema me indicó que no debía indagar más. Si él quería hablar sobre eso, lo haría en su momento.

—Si, pase por la florería antes de venir. A propósito, ya que estoy libre de la escuela por un tiempo, se me ocurrió que podríamos salir juntos. ¿Están libres el fin de semana?

—¿Qué tienes en mente?

—Ir a la playa sería divertido. Podría invitar a Nora y Oli, así todos nos conoceríamos. También pensaba que podría ir Anning para que se distraiga de toda la carga de la universidad.

—Cuenta conmigo. Te dejé plantado la última vez, en esta ocasión no me lo perderé.

Sun ya estaba, solo faltaba que uno aceptara.

—No lo sé.

Le debía una salida a Luan y quería mejorar la impresión de Annig. Invitarlos a todos fue lo único que se me ocurrió para que pareciera sospechoso de alguna forma. No imaginé que Luan fuera difícil de convencer.

—Será divertido, vamos.

—Si pones esa sonrisa, ¿cómo podría negarme? Hablaré con ella

No sé de qué sonrisa habla, pero mi plan funcionó. Ahora solo necesitaba decirle a Nora y Oli. La idea se me ocurrió ayer por la noche, no tuve tiempo de consultarlo con ellos, por suerte accedieron al instante.

—El camino para llegar fue demasiado cansado.

—No sé de qué te quejas. No hiciste más que poner música y quejarte.

Desde mi asiento trasero solo fui un observador de la pelea que Nora, nuestra fiel conductora, con Oliver, quien se pasó las dos horas del viaje quejándose de lo lejos que estaba. Por suerte, llegamos antes de que se acabara la poca paciencia de Nora y nos dejará varados en medio de la nada.

—Dejen de pelear los dos, Oli hizo un buen trabajo poniendo música y Nora te aseguraste de que llegáramos a salvo. Los dos cumplieron su cometido. Además, miren quiénes llegaron.

Le agarré cariño a Sun y Anning —a pesar de sentir que ella me odia— por lo cual me alegra que al fin ellos pudieran conocer a mis mejores amigos. Sobre Luan, Oli lo conoce por todo lo que le he contado y algunas fotos de su Instagram, Nora al menos sabe su nombre.

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