6 | Pastel de limón

117 9 1
                                    

La alarma no sonó y ahora voy tarde, soy una persona puntual, pero ayer me quedé hasta la madrugada terminando un cuadro, ahora pago las consecuencias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La alarma no sonó y ahora voy tarde, soy una persona puntual, pero ayer me quedé hasta la madrugada terminando un cuadro, ahora pago las consecuencias. Cuando escucho el timbre no me sorprende que la persona detrás de la puerta sea Luan. Espero un rato para salir y encontrar mi presagio vuelto realidad, se encuentra sentado charlando con Sun. 

—Sabía que estarías durmiendo.

—¿Desde cuándo eres vidente?

—Me bastó con ver la historia de alguien pintando a las 2 de la madrugada para hacer conjeturas.

—Solo me arreglo y nos podremos ir.

Se levantó de su asiento para postrarse frente mio.

—No te apures, traje el desayuno —señalo las bolsas que había traído— todavía tenemos tiempo. ¿Tu cabello luce así todas las mañanas? —tomó un mechón mientras lo decía.

—Supongo.

—Es lindo —dijo mientras me daba esa mirada coqueta que me deja atónito.

—Escuché algunas voces. ¿Quién vino? —detuvo en seco su animada entrada— Oh Luan... No sabía que vendrías.

Al verla aparte casi de manera involuntaria la mano de Luan de mi cabello, quien me miró extrañado, no obstante no hizo ningún comentario al respecto.

—Solo vine para recoger a Aster.

Oliver que hasta ahora se había quedado como espectador al fin hizo acto de presencia al decirnos que desayunamos antes de que se enfríe. Luan había pasado por la cafetería para traer lo que solemos ordenar, para Oli un matcha, Nora un chai latte y para mí un caramel machiatto que más tarde alardeó de haber preparado el mismo. Mientras nos dirigimos a su coche recibí un mensaje de Oli diciendo "Creo que Luan es el indicado"

Durante nuestro viaje en carretera Luan se negó a decirme a donde íbamos, solo charlamos mientras la música y la brisa nos hacían compañía. No iríamos a la playa, eso es seguro, la odia. Me quedó claro desde que fuimos y se negó a pasar más de lo necesario bajo el reluciente sol junto al mar.

Era ya algo tarde cuando llegamos a nuestro destino y lo descubrí, íbamos a acampar, su definición de acampar era distinta a la mía, en vez de quedarte en una casa de campaña te quedabas en una cómoda cabaña en medio del bosque. Para nuestra mala suerte los planes que Luan tenía preparados se vieron estropeados por la lluvia, no pudimos hacer más que quedarnos adentro matando el tiempo jugando Monopoly, para lo que él resulta ser bastante bueno.

Estaba algo decepcionado de no poder hacer lo que Luan había planeado y por más que se negara a demostrarlo sabía que en el fondo estaba igual de frustrado que yo, pues no hacía más que mirar su teléfono de rato en rato o probablemente estaba esperando el mensaje de alguien importante.

—Aster necesito salir por algo, espera aquí.

Le dije que estaba loco, se mojaría todo, pero mis protestas fueron en vano, cuando regresó apareció con un bonito pastel y girasoles cantando feliz cumpleaños. Aunque la escena era muy bonita lo único que pude notar es cómo utilizó el paraguas para evitar que el pastel se mojara en vez de usarlo en sí mismo, pues estaba empapado. 

Caramel MacchiatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora