1O | Sano Manjiro

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Manjiro no era del tipo enamoradizo; sin embargo, no pudo evitar fijarse en la linda chica del club de cocina.

Todo comenzó el día en el que (T/N) había hecho dorayakis. A la chica le gustaba mucho hacer postres y perfeccionarlos, así que cuando escuchó el rumor de que el invencible Mikey de su clase, que se pasaba todo el día durmiendo y solo despertaba cuando Draken iba por él, le gustaban esos postres, no dudó en ir a pedir su opinión.

Como siempre, al entrar a su clase, lo encontró dormido en el pupitre y su amigo de tatuaje a un lado de él. Ignorando la presencia del alto, se acercó a Mikey y lo picoteó en un brazo.

— Sano-san, Sano Manjiro-san — susurró, mientras intentaba despertarlo.
— Oye, ¿Qué te crees qué haces? — la grave voz de Draken la asustó, pero sin dejarse intimidar, volvió a hablar.
— Hice esto en mi clase de cocina — le mostró el topper — y necesito que alguien los pruebe. Escuché que a Sano le gustan mucho y necesito la opinión de alguien experto, pero está muy dormido — entristeció, la verdad es que ella necesitaba mucho la opinión de las personas, el verlas hablar, ya sea malo o bueno, de sus postres la hacía muy feliz. Draken solo se sorprendió ante la razón, no mucha gente tenía el valor de acercarse a Mikey — Supongo que tendré que buscar a alguien más que quiera probar mis dorayakis.

— ¿Dorayakis? — como si fuera palabra mágica, Manjiro abrió los ojos poco a poco mientras se tallaba uno y se limpiaba la baba con su uniforme.

— Oh, ¿Ya estás despierto, Mikey? — preguntó Draken y su contrario asintió, aún un poco adormilado. (T/N) no podía más con el asombro — Ella necesita a alguien que pruebe sus dorayakis — lo señaló.

(T/N) asintió y tímidamente comenzó a hablar — Necesito a alguien que me dé su opinión para mejorar mi receta, pero si tienes mucho sueño, puedo buscar a alguien...

— ¡No! ¡Yo los comeré! — gritó, casi saltando de su butaca y asustando a la chica.

— Bueno, si tú lo dices... aquí tienes —

La fémina puso el topper en el escritorio y Mikey agarró uno. Ella estaba muy nerviosa.

— Probaré este — señaló.

— ¡Buen provecho! —

Tan pronto como Mikey tragó el postre, sus ojos se iluminaron.

— ¡UMAIII! — ¿Eh? — ¡Este es el dorayaki más rico que he probado, ni el de la tienda sabe tan rico como este! —

— ¿De verdad? — preguntó temerosa.

— ¡De verdad! Oye, ¿Cómo te llamabas? —

— Soy (T/A) (T/N), de la clase 1-B, mucho gusto —

— (T/N), desde ahora yo probaré todo lo que hagas,

así que no vayas con alguien más o me enojaré — sonrió, parecía todo un ángel mientras seguía comiendo y se ensuciaba las comisuras de sus labios.

— ¡Sí!, pero Sano, te estás manchando, aquí tienes un pañuelo...

Desde ese día, Manjiro ya no tenía que robarle a Ken para comprar postres. Ahora solo comía los postres que (T/N) hacía exclusivamente para él. Ni siquiera Emma tenía que estar cocinando, porque la chica le daba postres hasta para que se los llevara a su casa. Mikey se sentía en las nubes; ella era la chica ideal para él. No importaba si era más alta, tampoco que fuera tímida o que fuera tan débil que no quisiera matar a una mosca. A Mikey le encantaba su trato hacia él, los postres que le hacía, las sonrisas que le daba cuando se manchaba y cómo le limpiaba el exceso de comida mientras él seguía concentrado en el postre. Parecían una pareja de recién casados; todo el mundo lo decía y ninguno de los dos negaba o afirmaba algo. Esto le dio a Mikey luz verde para confesarse.

Un día hicieron un picnic, como siempre (T/N) llevaba la comida y Mikey se dedicaba a degustarla. Estaban muy tranquilos, sentados el uno al lado del otro, viendo cómo los cerezos caían y los niños jugaban mientras sus padres platicaban con otros. Era un ambiente tan relajado, pero sin duda a (T/N) lo que más le gustaba era ver a Mikey comer lo que ella con tanto amor preparaba. Mikey volteó a verla y sin darle mucha marcha al asunto, olvidando todo lo que sus amigos y hermanos le habían obligado a ensayar para declararse, solo dijo: — (T/N), desde hoy eres mi novia y futura esposa, tendrás que seguir haciendo postres para mí —

(T/N) se sorprendió ante la confesión de Manjiro, sin embargo, tal vez no debía sorprenderse tanto, pues Mikey siempre había sido una persona que no le daba tantas vueltas al asunto.

— Por supuesto, Manjiro, te haré postres todos los días de mi vida — y sin más le dio un dulce beso en la mejilla.

Hasta el día de hoy, (T/N) seguía haciendo postres para Mikey, tal vez no tan dulces y un poco más saludables, pues Mikey tenía una carrera como motociclista profesional y una figura que cuidar, mientras (T/N) tenía una hermosa repostería donde hacía los postres más dulces del mundo, pero siempre haciendo uno exclusivamente para Manjiro.







Mikey es mi personaje favorito en todo el mundo, siento que estoy casi obsesionada con él. Aquí les dejo dos dibujos que terminé y que hice en digital de él: 

 Aquí les dejo dos dibujos que terminé y que hice en digital de él: 

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Aún sigo practicando jsjjss

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Aún sigo practicando jsjjss

No sé si conozcan al grupo yoasobi, la verdad si yo que esas canciones pegan con la vida de Mikey, sobre todo Yoru ni kakeru y kaibutsu. También la de UNRAVEL de Tokyo Ghoul

One Shots || AnimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora