Capítulo 4

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Enemistades.

La noche empezó a caer en Estambul y solo faltaba unos pequeños detalles en los preparativos para Zeynep Gözde, mientras una pelirroja la miraba desde lejos con cierta envidia. Había sido seleccionada para bailar al sultán y se había esmerado en aprender rápidamente, para que ahora venga una mujer a dar órdenes de que se cancelé el festejo.

- Así que ahora eres la informante de Mahidevran Kadin. - soltó venenosamente una mujer rubia que se levantó de su asiento y camino a la castaña con un tazón de fresas. - Nunca creí que caerías tan bajo, solo para ir a los aposentos del sultán.

- No sé de qué hablas. Yo no soy informante de nadie. - se defendió la castaña mientras se acomodaba una diadema en su cabello.

- No le hagas caso, ya sabes lo pesada que se vuelve. No ha cambiado nada desde que llegó al palacio. - dijo Ayse Gözde, bajando del balcón de las favoritas. - Yo fui hace unos días a sus aposentos y déjame decirte que ahora entiendo porque muchas jóvenes se peleaban para ir a Manisa con él.

- ¿Cómo puedes hablar tranquilamente frente a ella? - cuestionó Dilay desconforme de ser ignorada.

- ¿Qué pasa Dilay? ¿Estás dolida de que me hayan escogido para ver al sultán? - atacó Zeynep cansada de escucharla.

- Cuidado como me hablas, tu y yo no somos iguales, soy la segunda favorita del Sultán, me debes respetar.

- Entonces cuídate, porque si no soy yo, será otra la que te quite tu puesto. - dijo mientras María le colocaba un collar de esmeraldas.

- ¿Crees que la kadin te felicitará si llegas a quedarte embarazada? Sueñas muy alto.

- ¿Qué sucede aquí jovencitas? - la voz de Firial Kalfa calló a todas las presentes. - Zeynep, apresúrate. No es bueno hacer esperar a su majestad.

La castaña sonrió, mientras era detenida por Ayse Gözde la cual la abrazó y le dió buena suerte antes de salir del harem.

- No deberías sentirte agobiada por lo que haya dicho Dilay Gözde. Eres muy afortunada, muchas mujeres darían su vida para que la misma kadin las mande a los aposentos de su majestad. - informó Firial Kalfa mientras caminaban tranquilamente. - Eres inteligente, eso se puede admirar desde lejos. Tener el favor de la madre de un príncipe te abre muchas puertas para convertirte en la siguiente.

- Lo tengo muy presente, Firial Kalfa. Me siento halagada de ser escogida por Mahidevran Kadin, es una mujer muy fuerte que en vez de luchar contra el harem, ayuda a que otras cumplan sus metas. - sonrío feliz, buscaría un regalo perfecto para su aliada, que en la segunda noche de su trato, empezó a mover las cartas.

- Puedes lograr grandes cosas si te lo propones, esto solo es una oportunidad más. - comentó Sümbül Agha acompañándolas.

La castaña había notado que a Sümbül no le agradaba la kadin, intentaba persuadirla para traicionar a la mujer que le extendió su mano. Cosa que no lograría, ella había dado su palabra y firmó un acuerdo, su lealtad estaba hacia Mahidevran.

Llegaron a los aposentos y los nervios de la jóven se pusieron en punta. No iba a ser la primera vez que iba a estar con su majestad, pero ahora él es un Sultán y si no le llegaba a agradar, no solo perdería el apoyo de la kadin, sino también sería castigada.

Volver a comenzar (Mahidevran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora