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Payton Moormeier 

Es difícil quitarme de la cabeza lo de anoche.

Especialmente cuando estoy sentado en el mismo asiento del conductor, doce horas después.

Pero en lugar de tener a Valene en mi regazo jadeando, gimiendo y golpeando sus caderas desesperadas contra mí, me siento al lado de Jaden, que tiene los pies apoyados en el tablero de instrumentos y come papas fritas de forma desagradablemente ruidosa. Radio baja, sorbo mi granizado de cereza. Mis ojos permanecen bien abiertos en la concurrida calle que nos rodea, la gente mirando. Lentes de sol en mi cara, me quedo encorvado en mi asiento.

"Está bien, ¿qué tal este..." Jaden comienza con la boca llena, el asiento del pasajero casi reclinado. "¿Preferirías que tus dientes estuvieran hechos de líquido o que todos los líquidos de tu cuerpo estuvieran hechos de dientes?"

Odio este juego.

"Jesús, Jaden. ¿De dónde sacas esa mierda?" Me llevo la palma de la mano a los ojos.

Se encoge de hombros.

Mastico mi pajita, "¿Qué serían dientes líquidos, siquiera?"

"Tus dientes están hechos de agua, así que supongo que puedes usarlos, pero una vez que intentas morder algo, simplemente salpican, ¿verdad?"

"No digas verdad como si esto tuviera algo de física detrás".

"Solo elige una, es muy obvio cuál es la respuesta correcta".

"Dijiste eso sobre el último hipotético y todavía me equivoqué",

"¡Elige!"

"¡No lo sé! ¡La segunda!"

"¿Todos tus líquidos estarán hechos de dientes?" Él abre mucho los ojos como si esa fuera la respuesta incorrecta.

"¿Sí?"

"Pero tendrías que mear dientes..."

"¡Está bien, no quiero jugar más a este juego cuando sigues diciendo que estoy eligiendo la respuesta incorrecta!" Me frustro.

"Eso no es mi culpa, bebé".

La puerta trasera se abre, mi cabeza gira para ver a Scarlett gateando con un par de bolsas de plástico blancas. Ella masca su chicle excepcionalmente fuerte, un delgado par de anteojos de sol negros en su rostro. En el momento en que entra al auto, el aire se llena con su perfume.

"Dios, Jaden. Mueve tu jodido asiento hacia arriba". Se queja porque Jaden está tan reclinado que tiene que apretar el reposacabezas.

"Scarlett, ¿dientes líquidos o dientes por líquidos?" Jaden pregunta mientras ajusta su asiento derecho.

"Dientes líquidos, obviamente". Ni siquiera duda mientras cierra la puerta de un portazo.

"¡Cómo es obvio!" Yo grito.

"Porque ¿quién quiere mear dientes?"

"¡Ves!" Jaden dice mientras me mira. "Te dije que era fácil".

"Por el amor de Dios, yo—" Abandoné mi oración a la mitad, sacudiendo mi cabeza y rindiéndome.

"¿Qué obtuviste?" Jaden vuelve la cabeza hacia el bolso de Scarlett.

"Un montón de cosas". Ella comienza a hurgar mientras golpea su chicle. "Un poco de esmalte de uñas, tampones, palomitas de maíz con caramelo, un par de encendedores, goma de mascar, papel de liar, una licencia de conducir, desodorante, protector solar..."

"¿Una licencia de conducir?"

"Sí", saca una tarjeta al azar entre sus largas uñas moradas. "Se lo arrebaté a una chica en uno de los pasillos. Creo que se parece un poco a mí, ¿ves?".

CONNIVANCE, payton moormeier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora