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"Mi lady, debe despertar".
"Estoy bien en donde estoy, muchas gracias" dijo Nymeria mientras bostezaba y se posicionaba del otro lado en su cama.
Las sirvientas se observaron mutuamente y se acercaron al gran ventanal para abrir las cortinas y dejar que entrara la luz, cosa que hizo que Nymeria se levantara para volver a cerrarlas.
"Princesa, no puede regresar a la cama".
"¿Y quién dice que no puedo hacer lo que me plazca? Soy una princesa".
"Su madre" dijo otra de las criadas sin aguantar las palabras en su boca "por los dioses ¡Discúlpeme su excelencia!" rogó al darse cuenta que lo había dicho en voz alta.
"Ambas pueden irse, y por favor, díganle a mi madre que estaré con ella pronto".
Las sirvientas se inclinaron y caminaron fuera de sus aposentos, permitiéndole a Nymeria abrir nuevamente las cortinas y ver por el gran ventanal. Sonrió al divisar a sus dos hermanos practicando con sus espadas en el patio real. Estaba feliz de que ambos se llevaran tan bien. Sin embargo, su sonrisa desapareció cuando vio a los príncipes Targaryen. Es verdad que ella pasaba algo de tiempo junto a Aemond, pero los odiaba a ambos.
Se alejo del ventanal y cambio su ropaje de noche por un simple vestido, luego se dirigió a la puerta de su recamara y en vez de ir a donde estaba su madre, caminó hacia el patio real.
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Camino hacia el patio real y fue recibida por un ataque de abrazos de ambos de sus hermanos; Jacaerys y Lucerys.
"Está bien, está bien. Vuelvan a su entrenamiento" les dijo a ambos, los menores hicieron caso y se dirigieron nuevamente al campo de entrenamiento.
Nymeria vio por el rabillo de sus ojos como sus hermanos entrenaban, podía ver a Aegon observándola. Ella se casaría con él cuando alcanzará la edad por mucho que detestara la idea.
Podría zafarse del matrimonio si dejara de escaparse. Pero no quería hacerlo, por lo que prefirió casarse. Es verdad que creía que Aemond era mejor partido pero Alicent le recomendó casarse con su hijo mayor.
"Princesa, ¿no deberías estar con tu madre?" dice alguien a sus espaldas logrando asustarla.
"Ser Harwin" inhala profundamente "Me asustó".
"Y no lo lamento. Sé que deberías estar con tu madre o tomando tus lecciones, Nymeria".
"Estoy aquí para vigilar a mis hermanos".
"¿Y por qué debes hacer eso cuando de eso me encargo yo?" pregunta Harwin y Nymeria observa a sus hermanos pelear.
"Padre, dame un momento de paz" susurra a su lado.
"Nymeria, sabes que no deberías llamarme así".
"Y sin embargo, eres mi padre" estalla Nymeria.
"No vuelvas a decir eso" le advierte. A pesar de lo mucho que le gustaría que todos sepan que es su padre, arruinaría la reputación de Rhaenyra y la de ella misma; y él no quería eso.
"Todos somos bastardos. Ella lo sabe"
"Nymeria, ven a pelear con nosotros" grita uno de sus hermanos a lo que ella simplemente sonríe. Se acerca a ellos dejando a Ser Harwin a sus espaldas nuevamente a observar.
"Chicos, no puedo blandir un arma" afirma, sin embargo, ninguno acepta un no como respuesta.
"Oh, vamos Meria, ¿te asusta que tus hermanos ganen?" dijo Aegon acercándose a los menores.
"No, por supuesto que no" le responde a su tío. "No peleo contra niños".
"Entonces, ¿por qué pasas tu tiempo corriendo de un lado a otro o con mi hermano, en vez de entrenar con tu dragón?" pregunto Aegon con una sonrisa burlesca en su rostro, sabiendo que había ganado sin importar su respuesta.
Aemond se acerca a Nymeria y la toma de la mano.
"Déjalo Nymeria, no puede hacerte daño"
"Por supuesto que no. Solo estoy diciendo porqué la niña que reinará un día y será mi futura esposa es un pequeña cobarde" responde Aegon estallando en carcajadas.
Jacaerys y Lucerys se detienen frente a su hermana listos para empezar una pelea.
Aemond suelta a Nymeria y la observa.
"Vaya, mira eso. Debes tener a gente que te defienda" Aegon intenta continuar con su batalla de palabras hasta que Laenor se acerca al pequeño grupo.
Aegon deja de hablar abruptamente y se acerca a su hermano.
"Nymeria, Jacaerys, Lucerys" dice Laenor a sus supuestos hijos "Nymeria deberías estar con tu madre, y ustedes dos deberían ir a Pozo Dragón".
"Ella no hizo nada" comenzó Jacaerys " ella solo pasaba el rato con nosotros, padre".
"Nymeria pudiste avisarle a tu madre" comenta Laenor ignorando a su hijo mayor.
"No deseaba estresarla, está a la mitad de su embarazo" responde Nymeria. "Jace, Luke, vayan a Pozo Dragón".
Los jóvenes observan a su hermana mayor sintiendo pena por ella, para luego alejarse corriendo.
Harwin hace lo mismo para luego alejarse con los muchachos.
"Por qué no damos un paseo" sugiere Laenor "estoy seguro que tu madre estará tranquila al tener un poco de tiempo libre para ella sola".
Nymeria le sonríe y se acerca para empezar su viaje.
"Nymeria, ¿por qué no pasas un rato con tus hermanos en Pozo Dragón?"
"Padre, no deseo estar con esas bestias".
"No son bestias" declara su padre.
"¿Cómo sabes que me refería a los dragones y no a mis tíos?" murmura. Laenor detiene su andar.
"Un día reinarás los Siete Reinos y debes empezar a actuar como tal".
"Se supone que pronto me casaré con Aegon. Estoy segura de que Alicent estará contenta cuando él sea rey" suelta Nymeria separándose de su padre en dirección a los jardines reales.
"Nymeria, no puedes irte" escucha como grita en sus espaldas pero ella continúa con su paso acelerado.