Capítulo 3

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"¿Qué estás haciendo en el lodo?" preguntó Nymeria a su tía

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"¿Qué estás haciendo en el lodo?" preguntó Nymeria a su tía.

"Había una mariquita" responde Helaena mientras Nymeria se sienta a su lado y juntas admiran las pequeñas manchas en el insecto. "Es muy hermosa. ¿verdad?"

"Lo es".

Nymeria observa como el insecto vuela desde la mano de Helaena al pasto.

"Mi madre ha estado hablando conmigo" comenta mientras observa a a Nymeria.

"¿Y por qué no te hablaría?"

"Desea que me case con mi hermano".

"¿Por qué diablos querría eso?" rechista. Nymeria se preocupaba por su tía, al igual que Helaena se preocupaba por ella.

Cuando las dos princesas se reunían, incluso junto a sus hermanos, la gente susurraba. Era una panorámica extraña, ver a los príncipes hablando tranquilos, sin embargo eso sí sucedía cuando ambas chicas se juntaban.

"Para fortalecer nuestra línea de sangre, quiere que me case con Aegon. Ella no te desea en el trono, Nymeria".

"No deseo sentarme en el trono. La gente cree que no doy cuenta a lo que dicen sobre mi; que soy una bastarda sin derecho alguno". 

"Sin embargo yo no pienso eso".

"Puede que no lo hagas, pero tus hermanos sí. Aegon especialmente ya que no me acerco a mi dragón".

"No creo que realmente lo hagan" declara mientras observaba a la joven que volvía a sentarse sobre el pasto. "Un día veras lo que todos nosotros vemos en los dragones" afirma Helaena mientras se levanta y analiza el rostro de Nymeria una última vez. "Aemond no tiene una montura, tú sí".

Concluye mientras se aleja dejando a la Velaryon por su cuenta.

Concluye mientras se aleja dejando a la Velaryon por su cuenta

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Nymeria pensó en las palabras de su tía. Sabía que Aemond no tenía un dragón, e incluso aunque ella misma tuviera uno, no se llevaban para nada bien. No era justo que ella actuara como lo hacía. Ella tenía un dragón y él no.

Así que Nymeria se encaminó hacia Pozo Dragón para intentar acercarse a su dragón. No era su montura a la cual temía. Había formado un lazo con Diasiam cuando era pequeña, sin embargo, ahora que era mayor simplemente no se acercaba a él ni a ningún otro. Ni siquiera cuando fue su turno de elegir los huevos de dragón de sus hermanos; tampoco se acercó.

Rhaenyra intentó que su hija se enlazara nuevamente con su dragón, sin embargo se negaba. A pesar de todo, en ese mismo momento se encontraba a las afueras de Pozo Dragón, el cual se encontraba lleno de esas criaturas.

¿Pensaba que era buena idea? Bueno, sí. Fue su propia idea. Tal vez no una sabia, pero debía hacerlo. Un dragón se enlazaría y sería leal a su jinete hasta el día de su muerte; lo que significaba que Aemond no podría reclamar a Diasiam. Él estaba unido a ella.

Nymeria era una chica valiente. Se escapaba de la Fortaleza Roja todo el tiempo, así que, ¿Qué podría hacerle un pequeño dragón? El fuego no podía herirla.

Nymeria se había acercado hasta la celda de Diasiam. Habían pasado años desde la última vez, y ella pudo verlo recostado en una esquina. Pensó que era magnífico como así también aterrador.

Caminó hacia él y se detuvo cuando se despertó. No tenía idea de que hacer o decir.

Diasiam reconoció a su compañera y se levantó para hacerle una pequeña reverencia.

Nymeria observó como su dragón se agachó y pronto el miedo se apoderó de ella.

Ella se alejó rápidamente sin voltear a ver a su dragón nuevamente. Abandonó Pozo Dragón en cuanto puedo.

Una vez afuera, en la Fortaleza Roja, corrió por los pasillos del castillo intentando escaparse sin que nadie la viera. Pero alguien lo hizo y la siguió.

Salió por los jardines del castillo y cuando escuchó al desconocido volteó a buscarlo por todos lados.

"Aegon" su tono notaba desagrado.

"¿A dónde diablos te diriges?" preguntó mientras observaba su mirada en las lejanías "Nymeria, ¿ha pasado algo?"

"Si algo hubiera pasado qué te importaría" escupió sin intenciones de mirarlo a los ojos.

"Somos familia y prometidos. Vi como abandonabas Pozo Dragón, Nymeria".

La nombrada finalmente volteó a mirarlo. Él hace lo mismo. Permanecen así por un par de minutos.

"Lo intenté, realmente lo hice".

"Nymeria...las palabras del otro día...no fue mi intención..."

"Por supuesto que fueron con intención Aegon. Seré reina de los Siete Reinos un día y ni siquiera puedo soportar pararme junto a mi dragón" murmuró. "¿Cómo seré capaz de gobernar?"

Aegon se acerca lentamente para que no huya, pone sus manos en sus hombros para poder observar sus ojos detenidamente. "Nymeria lo intentaste. Si no te gustan los dragones pues no te gustan y ya".

"No es que no me gusten Aegon. Ellos me temen".

"¿Por qué?

"Eso solo lo sabré yo. Tú debes volver al castillo" susurra mientras lo aleja.

"Tú también deberías" responde Aegon.

"Me iré. Si alguien pregunta si me has visto..."

"Les diré que no" interrumpe "y si alguien pregunta si alguna vez he sido amable contigo..."

"No diré nada, tío".

Y así ambos tomaron caminos separados. Una hacia la ciudad y otro de vuelta al castillo.

"Rhaenyra, si desea gobernar debe aprender como montar ese dragón" declara Ser Harwin mientras se acerca a la Targaryen en sus aposentos privados

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"Rhaenyra, si desea gobernar debe aprender como montar ese dragón" declara Ser Harwin mientras se acerca a la Targaryen en sus aposentos privados.

"¡¿No crees que lo he intentado?! ¡No le gustan!" explota.

"Rhaenyra, déjame intentarlo" sugiere "le ayudo a los chicos algunas veces".

"Ser Harwin déjeme recordarle su posición".

"Rhaenyra, ella lo sabe. No es una niña tonta".

"Y sin embargo no se encuentra en el castillo" afirma. "Ella desaparece y nunca asiste a los eventos familiares, y cuando lo hace actúa terriblemente".

"Es igual a Daemon".

"No te atrevas a decir eso sobre mi hija" demanda Rhaenyra mientras intenta levantarse de su lugar. Ser Harwin se acerca rápidamente para ayudar a la embarazada a acomodarse. "Gracias...pero Ser Harwin no debería interferir en su vida".

Harwin asiente y ayuda a Rhaenyra a moverse a la cama.

"Será una buena reina algún día" declara el joven Strong.

"Lo sé. Pero temo que ese día suceda en un futuro muy lejano".

𝗟𝗮 𝗰𝗮í𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗡𝘆𝗺𝗲𝗿𝗶𝗮 // 𝗔𝗲𝗺𝗼𝗻𝗱 𝗧𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝘆𝗲𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora