SIEMPRE FUISTE TÚ / GRAYSON DOLAN

CAPITULO 16

MARATÓN:

El pequeño y cegador rayo de luz que se filtraba tras la cortina terminó despertandome por completo, pero la principal razón era este insoportable dolor de cabeza.

Jesús.

Me sentía mal, muy mal.

Revisé el reloj de mi cómoda, el cual indicaba que eran las doce y media del mediodía. Ugh, de verdad no recordaba lo horrible que era una resaca.

Cubrí mi rostro con las mantas y gemí con molestia. Necesitaba urgentemente una pastilla para el dolor y agua, mucha agua. Sin embargo, no quería moverme, pues de verdad cualquier movimiento que hiciese se sentía como si mi cráneo fuese a estallar en cualquier momento.

La puerta de mi cuarto sonó, provocando que mi migraña fuera en aumento.

Maldición, que horrible resaca.

Como me gustaría volver a dormir y no tener que estar pasando por este infierno.

-Soy yo, Meredith -Tyler, ugh. No recordaba mucho de lo que había hecho anoche pero si mi hermano venia para regañarme por algo, estoy segura que lo asesinaría ahí mismo-creeme, he venido a llamar a tu puerta unas veinte veces y se me hace poco. Espero que por favor despiertes ya, eres tan perezosa.

Quise poner los ojos en blanco pero lo pensé dos veces, quizás podía desmayarme si hacia cualquier mínimo movimiento. No contesté, el rechinar de la puerta me advirtió que Tyler estaba entrando a la habitación.

-¡por fin, despertaste! -joder, ¿por qué tenía que gritar tan fuerte? -soy tu salvación, hermanita. Te traigo pastillas para tu migraña y una gran botella de agua. Me tome la molestia de tomar los lentes de sol de mamá, supongo que los necesitaras mas tarde.

En este momento de verdad amaba a mi hermano.

Lentamente me destape para encontrarme con la divertida expresión de Tyler.

-dame -murmure para que me pasara las pastillas y tragarlas lo antes posible, así lo hice. -lentes.

El me los entrego y no dude ni un segundo en ponérmelos. La luz de mi cuarto estaba apagada pero el gran ventanon dejaba pasar un poco de luz a pesar de la cortina.

-por cierto, Grayson estuvo aquí casi toda la mañana -escondí de nuevo mi rostro bajo las mantas y cerré los ojos con la esperanza de volver a conciliar el sueño -no pensó que despertarías pero de todos modos vino. Mira que llego a eso de las nueve y prácticamente se fue hace media hora. Jugamos video juegos y esas cosas hasta que decidió que era tiempo de irse. El chico es agradable, me gusta.

Te gusta su hermana, que es otra cosa muy diferente. Diablos, me moría de ganas de contestarle aquello, pero no quería que mi cabeza doliera aun más.

-entiendo que no te puedas mover y todo eso -ese tono me resultaba familiar. -pero de verdad necesito tu ayuda.

No, ahora no.

Gemí en respuesta, pues a pesar de todo, quería escuchar aquel dichoso favor.

-Cameron y yo... bueno, hemos decidido comenzar una relación - ¡WOA, JODER! Eso definitivamente no me lo esperaba. ¿Pero qué demonios? -quiero comprarle un brazalete. Justo ayer me atreví a entrar a una tienda donde venden todo eso, pero soy patético. Danielle no sabe nada, me recomendó comprarle uno con el dije de hello kittie, ¿entiendes mi punto? No te pediría esto si no fuese de vida o muerte, mucho menos en tu situación.

Reí en mi mente: ¿hello kittie, eh? Danielle podía ser muy predecible a veces.

-no tiene que ser ahorita, podemos ir en la tarde. -Se apresura a decir -ya que puedas moverte y todo eso. Solo... haz un sonido o algo que me deje saber que me apoyaras en esto.