Capítulo 10: Cine Royal

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<<Tengo que meterme en el personaje>> Me recuerdo a mí misma mientras me rizo las pestañas frente a la peinadora. Hago una mueca de dolor cuando me lastimo el párpado por accidente, sin embargo, saco el rímel de mi caja de maquillaje para proceder a aplicarlo.

- ¡Agh! ¿Por qué es tan jodidamente difícil ser mujer a veces? – Me quejo en voz alta al notar que me he manchado un poco la mejilla con el líquido negro.

- ¿Vas a investigar o saldrás de fiesta? – Doy un pequeño respingo al divisar al rubio de ojos verdes que me mira sentado a orillas de la cama. Aprieto los dientes porque volví a mancharme.

- ¿Qué hemos hablado, ah? Tienes que controlar tus apariciones, te recuerdo que tengo una hermana bastante chismosa que ahora cree que adquirí el defecto de hablar sola – Le reclamo al mismo tiempo que tomo una toalla húmeda para limpiarme.

- Valquiria está en la sala con tu padre, no podrá oírte – Argumenta.

- ¿También la espías a ella? – Cuestiono mientras me cepillo el cabello.

- No, sólo me estoy cerciorando de que no se te olvide el objetivo de la misión – Él se coloca las manos sobre la cabeza, lo observo a través del espejo.

- Sí, sí. Mi objetivo es Hunter – Me pongo de pie revisando que mi maquillaje esté en buen estado, luego me giro hacia el espectro a pesar de que está a punto de soltar un quejido – ¿Crees que a mi objetivo le guste cómo me veo?

Al espectro le cambia el rostro inmediatamente cuando se percata de mi imagen. Su semblante se endurece y la mirada se le oscurece mientras me recorre visualmente de pies a cabeza en forma de cascada.

Sonrío con altivez, porque cuando me propongo lucir como una perra sucia sí que lo logro.

Esta noche estoy usando un vestido de color azul marino, el cual se ciñe perfectamente a mi silueta, resaltando la curvatura de mis senos, la cintura y mis anchas caderas. Mi cabello cae en ondas definidas sobre las cúpulas de mis pechos.

Y ni hablar de mi trasero... La tela del vestido se adhiere a él como una segunda piel, mostrando la voluptuosidad de este mismo.

- No sé lo que planeas hacer pero... Estás jugando con fuego, Yuni – Me advierte el chico con cierta desaprobación en el rostro.

- Te equivocas. Me gusta jugar con humanos, no con fuego – Lo corrijo retocando mi labial.

- ¿Para qué implicaste a Christian en esto? – Me reclama al ver que verifico la hora en el teléfono de mi hermana, se lo robé por esta noche.

- ¿También vigilas mis conversaciones? ¡Ay, no me jodas! Y luego dices que yo soy la acosadora de los dos.

- Aprende a trabajar sola – Me reprocha con esa típica voz fría.

- Lo estoy haciendo, Hunter – Tomo mi bolso colgándolo en uno de mis brazos – ¡Con permiso! – Le digo antes de salir de la habitación dejando un rastro de perfume por donde camino.

<<Aprende a trabajar sola>> Ruedo los ojos. Sé perfectamente de lo que soy capaz de hacer.

Bajo las escaleras con la mayor velocidad que me permiten mis sandalias, al llegar a la planta baja me dirijo hacia la cocina fingiendo normalidad a pesar de que soy consciente de que me he robado las miradas de todos los presentes en esta casa.

La primera en hacer un comentario inteligente es Valquiria... Como siempre.

- ¿No que no querías ir a la reinauguración del cine? – Me reprocha ella con su voz exagerada.

¿Por Qué Siempre Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora