V.

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1994.

Isabella.

La familia se encontraba reunida para una cena un sábado por la noche. Mamá quería implementar una nueva tradición de reunirnos una vez a la semana para platicar sobre nuestros días.

Lo encontraba ilógico cuando ni si quiera se preocupaban por mi y todo giraba entorno a Jenny y a Jason. Eran los únicos que hablaban durante la cena, presumiendo la nueva compra de un bolso de marca que había encontrado Jenny y la victoria del partido de béisbol de Jason que lo llevaría a las grandes ligas.

Yo solo movía el tenedor de un lado a otro, jugando con los chícharos que mamá había preparado. Odiaba los chícharos con todo mi ser y mamá siempre me servía porque eran los favoritos de Jason. Me obligaba a mi misma a comerlos para no desperdiciar la comida, pero siempre dejaba unos cuantos cuando las náuseas de apoderaban de mi por forzarme a comerlos.

—¿Qué tal te fue a ti, Isabella? —escuché la voz de papá con su característico acento británico y me sorprendí porque se dirigía hacia mi.

—Oh... todo bien —fingí una sonrisa.

Todo había estado bien en la semana, apenas había empezado un nuevo semestre en la universidad, todos los días veía a Joshua y eso era lo único que me importaba hasta el momento.

—¿Las clases van bien? —preguntó mientras cortaba un pedazo de carne frente a él —, ¿los maestros son buenos?

—Si, todo bien. Los maestros son buenos —afirmé sin saber que más contestarle para no molestarlo.

—Papá... —llamó Jenny y él hizo un sonido para permitirle hablar —, tengo algo que decirles.

Agradecí cuando interrumpió mi plática con papá, pensando en que le diría que necesitaba más dinero o que había reprobado algún examen.

Sin embargo, nunca esperé una traición de su parte.

—Isabella tiene novio —soltó de repente y el tenedor de papá rayó el plato provocando un sonido incómodo.

—¿Qué? —fue el turno de mamá de preguntar confundida por lo que acababa de decir Jenny.

—Como lo escuchan, Jason está de testigo —lo miró esperando a que dijera algo, pero Jason solo bajó la mirada a su plato.

—¿Por qué no nos habías dicho, Bella? —preguntó mamá en tono suave, mientras que papá me veía serio.

Miré a Jenny tratando de saber porque estaba haciendo eso, en este preciso momento. Comencé a sentirme nerviosa al pensar en cómo acabaría esto cuando supieran la verdad.

—Ah... —traté de pensar en que decir —, eso...

—¿Saben qué es lo peor de todo? Isabella los traicionó de la peor manera, papá —únicamente de dirigía a él para hacerlo enojar —. Su novio no es de aquí.

Mi respiración comenzó a hacerse más pesada cuando supe a donde iba. Sentí mi estómago contraerse al ver la mirada dura de papá sobre mi.

—¿Acaso es británico? —preguntó mamá emocionada —, ¿es ese chico al que le enseñaste el campus su primer día?

—¡No, mamá! Rechazó a Adley desde el primer día —fingió su voz, provocándome dolor de cabeza —. ¡Su novio es asiático! —terminó de decir y de reojo observe las manos de mi padre cerrarse en un puño —. Su nombre es Joshua Hong y viene de Corea, llevan desde el semestre pasado saliendo.

La sonrisa de Jenny me hizo arder en rabia, sus perfectos dientes asomándose a través de sus labios y sus ojos traviesos queriendo ver la situación arder.

Eighteen | Joshua HongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora