2023

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MiSuk.

Al día siguiente, después de dormir un poco menos de tres horas por estar leyendo una y otra vez el diario de papá, las manitas de Tommy me despertaron y con emoción me pidió que lo ayudara a vestirse para ir con el tío JeongHan.

—Dino es muy divertido mamá —me dijo cuando pasé la camiseta, elegida por él, por su cabeza.

—¿En serio? —pregunté ida arreglando sus mangas.

—¡Si! —exclamo emocionado —, hoy me prometió que jugaría conmigo con su Nintendo. Papá nunca quiso jugar conmigo —comentó y fue ahí cuando regresé a la realidad al escucharlo.

—¿A qué te refieres? —le pregunté sin mostrar confusión para no cohibir su respuesta.

—Papá nunca quiere jugar conmigo cuando tú te vas a trabajar —bajó la mirada a sus piernas desnudas —, se la pasa viendo la tele o en su celular.

—Tommy...

—Lo sé, seguramente estaba cansado o trabajando, pero me hubiera gustado que papá jugara conmigo antes de irnos de la casa —mencionó cabizbajo y me sentí la peor madre del mundo al nunca haberme dado cuenta de eso.

—Hoy pasarás tiempo con Dino, ¿está bien? —pregunté para animarlo y funcionó cuando levantó su cabeza y vi un destello de emoción en sus pequeños ojos —. Termina de ponerte el pantalón y ve con la abuela en lo que me termino de vestir.

Asintió y en seguida se colocó sus pantalones cafés y corrió fuera de la habitación gritándole a su abuela. Suspiré antes de sentarme sobre la cama a analizar lo que acababa de decir Tommy.

El pequeño inocente solamente quería jugar y su padre y yo lo privamos de eso. ¿Qué clase de padres somos? Con todo lo ocurrido entre Thomas y yo, era eminente que nuestra relación se iba despedazando sin darnos la oportunidad de arreglarlo desde la raíz.

Poco a poco me iba dando cuenta de la realidad, la burbuja en la que él me había metido se reventó dejándome ver las cosas a mi alrededor y las personas que alejé por mantenerlo feliz y satisfecho, mientras me dejaba de lado a mi misma. Eso no era amor propio, ni si quiera tenía una pizca de seguridad en mi misma porque siempre estuve bajo la sombra de Thomas.

¿Por qué me daba cuenta tan tarde de todo esto? Si lo hubiera visto desde antes, tal vez todo hubiera sido diferente, tal vez papá no hubiera muerto junto a la tristeza de saber que me alejé de él y no le permití ver a Tommy como a él le hubiese gustado.

Todo comenzaba a hacerme sentido. Me convertí en una persona que se dedicó a servirle a su esposo sin darme la oportunidad de crecer como escritora. Cuando publiqué mi primer libro, el enojo de Thomas fue inminente haciéndome sentir pequeña e inútil por querer hacer algo por mi misma. Él decía que solo tenía que dedicarme a cuidar y educar a nuestro hijo y que ese ámbito era para mujeres que no estaban casadas y no tenían una responsabilidad marital.

¿Por qué diablos le creí todo eso? ¿Fue el supuesto amor que le tenía el que me cegó por completo? Después de tantos años y en tan pocos días, comencé a sentirme bien conmigo misma al buscar nuevas experiencias para escribir algo diferente junto a las personas que en realidad me admiraban y querían por mi forma de ser. Me sentía libre y sin miedo de ser juzgada.

Todo hubiera sido diferente si tan solo hubiera sabido del interés de Dino hacia mi cuando estábamos en la preparatoria...

—MiSuk, estamos listos —escuché a mamá gritar en la sala interrumpiendo mis pensamientos.

Al llegar al lugar donde JeongHan nos había citado para desayunar, comencé a sentirme nerviosa cuando a lo lejos identifiqué a Dino sentado junto a él mirando hacia todos lados impacientemente.

Eighteen | Joshua HongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora