XI.

282 37 95
                                    

☕️

Advertencia: no quiero hacer spoilers, pero es un capítulo que me costó mucho trabajo escribir y debo admitir, que lloré en todo el proceso.

Contiene mucha tristeza y lágrimas, así que vayan por unos pañuelos antes de empezar.

☕️

2022.

Isabella.

El tiempo había pasado tan rápido, que ni siquiera me había dado cuenta hasta que habíamos llegado al momento que más temía desde que lo conocí. Las palabras que pronunciamos el día de nuestra unión comenzaban a resonar por mi mente, una y otra vez. Me atormentaba cada noche sin dejarme dormir y buscaba la manera de esconder mis lágrimas sin que él las viera para no preocuparlo, pero él era listo y lo sabía, cada lágrima que derramaba por pensar en esas palabras.

"Hasta que la muerte nos separe".

—Me quedaré esta noche con él —murmuró Hannie llegando a mi lado —, necesitas descansar...

—No —dije rápidamente sin dejarlo hablar —, salí por un momento para que lo revisaran —traté de ocultar la ansiedad que comenzaba a crecer en mí.

—Bells...

—No sé como explicarlo —moví las manos sin sentido.

—Tranquila —pidió notando mi estado de ánimo —, si te sientes mejor estando aquí...

—Si —respondí de inmediato —, quiero quedarme aquí. Prometo que dormiré un poco, ¿si?

—Está bien —accedió sin presionarme más, con su rostro decaído.

Sospechaba que él sentía lo mismo que yo. El momento de despedirnos estaba muy cerca, tal vez más cerca de lo que pensábamos y eso era lo que causaba un gran nudo en mi estómago. Presentía que podía ser esta noche, no quería siquiera pensarlo, pero algo en mí me decía que tendría que despedirme de él.

—Buenas noches —saludó una enfermera nueva que acababa de entrar al turno de la noche —, pueden pasar. El señor Hong ya está listo —avisó con una sonrisa amable.

Los dos asentimos y caminamos hacia la puerta de su habitación. Algo en mí me hizo leer de nuevo su nombre impreso en una etiqueta pegada a lado de la puerta.

"Joshua Hong"

Decía simplemente, provocando algo extraño en mí.

—Vamos —dijo Han al no entender lo que ocurría. Suspiré varias veces intentando calmarme y esconder el dolor que comenzaba a apoderarse de mi corazón.

Cuando entramos, lo vimos sonreír débilmente al acercarnos a él. Han tomó asiento sobre la cama, junto a sus pies y yo en la silla a su lado.

—¿Cómo te fue? —pregunté acariciando su mano.

—Doloroso —se quejó señalando su pecho, queriendo burlarse de su situación, pero para nosotros no era nada divertido —, la enfermera es nueva y le temblaban las manos al tratar de revisarme.

—Es el efecto Hong —dijo burlón Han y los dos rieron, pero yo seguía seria tratando de no llorar —. Isabella fue la primera víctima.

—Y la última —respondió Joshua normal y yo sentí otro nudo en la garganta al darle otro sentido a sus palabras —. Amor —me llamó y apenas pude levantar la mirada —, ¿puedes dejarme unos minutos a solas con Han hyung? —preguntó.

Eighteen | Joshua HongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora