Capítulo 1

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―Te extrañé.

Mark inhaló bruscamente en el instante que el deseo lo llenó cuando miró hacia abajo en la cara magnífica de su amante. ¿Había creado el cielo alguna vez a un hombre más hermoso?

Parecía una eternidad desde que había puesto los ojos en su amante, demasiado tiempo. La necesidad de mantener a Renjun en sus brazos era un dolor físico.

Mark se inclinó y rozó sus labios. ―Te necesito, amor.

―Sí. Yo también te necesito ―susurró Renjun.

Mark recogió a Renjun en sus brazos y lo llevó por las escaleras, directo a su dormitorio. Puso suavemente a Renjun de pie y tomó su cara, tirando de él hacia la suya. Sus ojos se clavaron en los tentadores y deliciosos labios de Renjun. Ellos estaban perfectamente hechos para besar. Fueron hechos para él. Mark inclinó su boca sobre la de Renjun, haciendo todo lo posible para devorar al hombre.

No estaba a punto de perder la oportunidad de probar el cielo.

Las manos de Mark se deslizaron por los lados de Renjun, y luego se envolvieron alrededor él, tirando de su cuerpo más cerca mientras se hacia cargo del beso, inclinando la cabeza para un mejor acceso. Renjun se abrió, permitiendo a la lengua de Mark hacer lo que quisiera.

Empujó a Renjun sobre el colchón, siguiéndolo hacia abajo y balanceando su pierna sobre Renjun hasta que se sentó a horcajadas sobre los muslos del hombre. Él empujó a Renjun de nuevo en la cama, ni una sola vez rompiendo el contacto con los labios del hombre. Renjun gimió cuando Mark se apartó. Mark quería seguir besando a su amante, pero tenía otros planes para él.

Mark alcanzó los botones de los pantalones de Renjun, desabrochandolos y luego empujándolos hacia abajo por las piernas del hombre. Se detuvo para mirarlas. Renjun podría no ser muy alto, pero sus deliciosas piernas eran largas y bastante provocativas.

Él sacudió la cabeza para aclarar los deseos empañando su mente y agarró la camisa de Renjun, tirando de ella sobre la cabeza de Renjun y lanzándola al suelo.

Mark observó cómo Renjun estiró los brazos por encima de su cabeza, tragando saliva. Mark era plenamente consciente del deseo llenando los hermosos y brillantes ojos de Renjun. Mark los observó oscurecerse mientras pasaba sus manos sobre el abdomen de Renjun y luego, viajaron hasta sus muslos, sus dedos acariciando sobre la piel sedosa de Renjun.

―Tan hermoso ―susurró Mark mientras Renjun extendía las piernas separadas, dando a Mark todo el espacio que necesitaba. Mark salió rápidamente de la cama y se despojó de su ropa antes de subir de nuevo en la cama, de rodillas entre las piernas de Renjun.

Acarició la cadera de Renjun.

―En tus manos y rodillas, hermoso.

La respiración de Mark tartamudeó en la garganta mientras observaba a Renjun rodar, dejando caer la cabeza hacia abajo en el colchón y exponiendo su culo arriba en el aire. Sentía todo su cuerpo moverse con la necesidad, con el control que le llevó para no chocar su dolorida polla en el pequeño agujero fruncido de color rosa parpadeando hacia él.

Pasó las manos arriba y abajo de las nalgas bien redondeadas de Renjun antes de sumergirse en el pliegue entre ellas. Rodeó la pequeña entrada apretada de Renjun con su dedo, jugando con él, provocándolo hasta que estaba pulsando con necesidad.

La respiración de Renjun se enganchó cuando la punta de un dedo de Mark entró. Mark sonrió y lo hizo de nuevo y luego esperó a que Renjun se acostumbrara antes de moverlo. Metió su dedo dentro y fuera del culo de Renjun.

―Tan dulce ―Mark besó el hombro justo enfrente de él mientras trabajaba lentamente su dedo en el culo de Renjun.

El corazón de Mark se disparó mientras deslizaba un segundo dedo en Renjun, y luego un tercero. Cuando Renjun comenzó a empujar de vuelta en los dedos de Mark, pequeños gemidos aumentando hasta un profundo llanto de necesidad, Mark sabía que él estaba listo. Sacó sus dedos libres y luego presionó la cabeza de su polla en la entrada fruncida de Renjun, empujando lentamente hasta que la cabeza se deslizó más allá del estrecho anillo de músculos.

𝓑 𝓻 𝓮 𝓪 𝓴   𝓾 𝓹        ||ᴍᴀʀᴋʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora