Capítulo 6

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Al oír la campana sonar, Mark se levantó y corrió hacia la puerta. Tal vez era Renjun y él había cambiado de opinión. Tal vez él estaba regresando. Mark sabía que si ellos hablaban, podría convencer a su amante para quedarse y resolver las cosas.

Abrió la puerta principal, y la sonrisa de bienvenida cayó rápido de sus labios cuando vio a Emma de pie.

―¿Qué estás haciendo aquí, Emma?

Emma se acercó a Mark, con las manos jugando con los botones de su camisa, sus labios haciendo un mohín seductor.

―Te extrañé querido. ¿Tú no me extrañaste?

La mandíbula de Mark se tensó. Él no necesitaba esta mierda ahora mismo.

―¿Emma, como sabes donde vivo? Nunca te di mi dirección.

―Oh, cariño, no seas así. He venido a consolarte cuando más lo necesitas.

Mark estaba a punto de cerrar la puerta en sus narices cuando las palabras de Emma lo pararon en seco. ¿Consolarte cuando más lo necesitas? ¿Cómo sabía que Renjun lo había dejado? Él acababa de descubrirlo.

―Por qué no entras y podemos discutir... las cosas. ―Él sonrió mientras sostenía la puerta abierta para Emma, apenas conteniéndose a sí mismo de poner los ojos en blanco ante su sorpresa, enseguida, entonces miró ansiosa.

Dios, esto era una mierda.

Mark observó a Emma cuando entró en su casa, viendo la forma en que devoró el lujo de su casa. Él estaba empezando a ver por qué ella lo estaba acechando de la forma en que lo hacía.

Emma tenía hambre de dinero.

―¿Puedo ofrecerte algo de beber?

―Eso sería genial, cariño. ¿Tienes champán?

―¿Champán? No estoy seguro. No he estado en casa hace casi un mes, Emma. Seguramente ya lo sabes. No tengo ninguna idea si tengo.

Emma frunció los labios cuando ella dejó caer la chaqueta del hombro en el sofá, dejando al descubierto un pequeño vestido. Las cejas de Mark subieron con lo poco que realmente tapaba el vestido. Este apenas cubría su trasero en la parte inferior y tenía una hendidura casi hasta el ombligo. Si ella respirase todo sería puesto en exhibición.

―Que vestido tan interesante tienes, Emma.

―¿Te gusta? Lo compré para ti, querido ―ronroneó cuando se giró en un círculo. Ella terminó de girarse con una mano en la cadera cuando lo dijo. Ella sacudió la cabeza, su largo cabello rubio fluyendo detrás de la cabeza.

Mark no quería reír, porque quería información, pero era todo lo que podía hacer para detenerse. Emma realmente no tenía ni idea. Ella pensó que él estaba realmente apasionado por ella... Que gran estupidez. La única cosa que podría transformarlo e ir sobre ella en este punto, fue si de repente se convirtiera en Renjun.

Se acercó al bar y comenzó a hacerle una bebida, una bebida algo fuerte. Quería que su lengua se soltase un poco. Volviéndose, se quedó sorprendido al encontrarla de pie justo detrás de él. Rápidamente le entregó la copa y puso un poco de distancia entre ellos. De repente, se dio cuenta que necesitaría pruebas cuando fuera a la policía para obtener una orden de restricción, y lo haría. Había terminado con Emma y su basura.

―Vuelvo enseguida. Dejé las luces encendidas en mi oficina.

Caminando rápidamente por el pasillo, Mark tomó la grabadora de su maletín y colocó una nueva cinta. Quería que todo lo que ella dijera fuera grabado porque quería ser capaz de reproducir todo al juez.

𝓑 𝓻 𝓮 𝓪 𝓴   𝓾 𝓹        ||ᴍᴀʀᴋʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora