Capítulo 8

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Mark se sentó cerca de su teléfono esperando a que sonara, deseando que sonara. Pasaron varias horas... desde que salió de la casa de Renjun y hasta ahora no sabía si su presencia fue notada.

Todavía estaba gestionando el hecho de que Fei y Jiho estaban muertos, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las 50 llamadas de Renjun fueron cuando esto pasó. Mark sabía que Renjun lo había necesitado, para extenderle su mano, y Mark no había estado allí.

Renjun estaba decepcionado.

No podía culpar al fiasco de Elissa y Emma. Si se hubiera reunido con Renjun en lugar de ignorarlo, sabría lo que estaba pasando. No tenía derecho a esperar que Renjun le diera otra oportunidad, pero por supuesto que esperaba que sí. En los últimos meses, Mark descubrió cómo era la vida sin Renjun en ella, y no le gustaba.

Fue horrible.

Mark pasó la mayor parte de los años organizando una empresa multimillonaria, comprando una casa moderna y construyendo una red social que sería la envidia de cualquiera.

Y pensó que no significaba nada sin Renjun allí para compartirla. Mark odiaba que esta revelación le hubiera costado al hombre que amaba.

Mark puso sus piernas sobre la cama y se acostó en las almohadas, mirando al techo. Sentía que su vida estaba en el limbo. Si Renjun optaba por ignorarlo y pretender que no apareció para explicar lo sucedido, Renjun tendría justificación. Si Renjun se acercaba al hotel para hablar con Mark, él se explicaría.

Y si Renjun viniese y permitiera a Mark decirle que estaba arrepentido, permitiéndole pedir otra oportunidad, entonces Mark agradecería a su estrella de la suerte que tanto jugó con él, por permitir a Mark volver a la vida de Renjun.

No dejaba de pensar en cuánto él desistiría por otra oportunidad con Renjun, hasta de su corporación multimillonaria. No parecía tener mucho sentido estar en la lista de las mayores fortunas, si no tenía con quién compartirla.

Había una parte de Mark que realmente sentía la falta del apartamento de un dormitorio que compartía con Renjun cuando se conocieron. Era un lugar humilde, limpio pero simple. La mitad del tiempo no tenían incluso aire caliente porque no podían permitírselo.

Se abrazaban para obtener calor.

Poco a poco, habían vencido esa situación hasta el día de hoy, y aun así Mark dejaría todo para estar junto a Renjun ahora. Fue increíble cómo el destino podría jugar con un hombre y hacerle ver lo que era importante en la vida.

Es decir, Huang Renjun.

Cuando sonó su teléfono celular, Mark saltó tan fuerte que cayó del colchón, cayendo al suelo con un ruido sordo. Él gimió y se frotó la cabeza. El timbre del teléfono le hizo darse cuenta que tenía que responder antes de que quien estaba el otro lado colgase.

―¿Hola?

―¿Mark Lee?

―Sí.

―Perdone que lo moleste, señor. Es de parte del vestíbulo. Hay un Huang Renjun aquí solicitando permiso para subir.

Mark se llevó una mano al pecho tratando de aliviar la corrida repentina de su corazón.

―Por favor mándalo a subir.

—Muy bien, señor.

Le tomó un momento para darse cuenta de que había colgado... y Renjun estaba subiendo.

¡Mierda!

Renjun estaba llegando.

Mark cerró el teléfono y lo dejó caer sobre la mesa junto a la cama. Rápidamente se levantó y comenzó a suavizar las mantas en la cama antes de correr al baño para peinarse el cabello y salpicarse agua fría en la cara.

𝓑 𝓻 𝓮 𝓪 𝓴   𝓾 𝓹        ||ᴍᴀʀᴋʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora