Capitulo 1. Parte II

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Eliot Rosenberg

MALAGA, ESPAÑA

Aquella noche todo transcurría con normalidad recuerdo perfectamente que Ethan y yo estábamos viendo la televisión mientras mamá preparaba la cena y Karinami pequeña hermana solo la observa llevaba aquel vestido verde que hacía resaltar más sus grandes ojos grises, papá aún no salía de la empresa y solo esperábamos que llegase para poder cenar todos juntos
Mientras esperábamos a que papá llegara Lisse de acercó a nostros con sus muñecos en mano mi hermana era hermosa una pequeña rubia de ojos grises y cabellos rizados, el recuerdo de su nacimiento a un lo tengo muy presente papá parecía que le habían dado la peor noticia del mundo nunca comprendí porque siempre se había rehusado a tener una hija si parecía que le amaba con su vida.

Papá llegó a casa después de una jornada cansada de trabajo, era dueño de una de las empresas más grandes de automotriz heredada por mi abuelo paterno que pronto sería heredada a Ethan mi hermano gemelo y a mi, porque si eramos gemelos idénticos para ser exactos eso lo usábamos a nuestro favor ya que mi hermano era bueno en las cosas que yo no y viceversa. Tocaron aquella noche la puerta papá había entrado con un sobre entre sus manos sin prestarle mucha atención. Hasta esa noche que abrió aquella carta entendí porqué el miedo de mi padre de tener una hija mujer.

Ese día ese maldito día que vinieron reclamándola, Kari ella mi pequeña hermana había sido arrebatada de mis padres sin poder hacer nada.

Ethan y yo no entendíamos nada eramos apenas unos chiquillos de 13 años mi hermana en ese entonces tenia cinco y esa fue la última noche que la vimos, la última vez que ella estaría con nostros en casa...

***

CAMILA ARECHIGA

Terminaba de preparar la cena y esperaba a Federick mi esposo para cenar, mis hijos veían la televisión mientras que mi pequeña princesa me veía a mi. solo podía pensar cuanto tiempo tardarían en encontrarla porque si, algún día sabrían de su existencia y vendrían por ella solo rogaba a Dios que eso no sucediera Kari era apenas una niña de cincos una inocente que no sabia nada de la vida ni siquiera se imaginaba que su destino ya estaba marcado solo por haber nacido mujer.

Esa noche mi esposo llegó más serio de lo normal era muy raro ya que el siempre llegaba con una sonrisa a casa y esa noche algo le preocupaba lo conocía perfectamente así que me acerque y pregunté ¿Que ocurre? ¿Porqué traes esa cara? ¿Problemas en el trabajo? El levanto su mirada hacia a mi y solo pude pensar que le habían encontrado, mi mundo se vino abajo de solo imaginarme que me arrebatarian a mi hija sin poder hacer nada. El se me acerco y abrazo prometiendo que nada de eso sucedería yo la verdad no entendía nada realmente no sabía del porqué de aquella maldita promesa de la cual mi hija ni siquiera sabía y lamentablemente ella pagaría por eso.

Nos dispusimos a cenar más bien yo solo a picar un poco la comida ya que se me había ido el apetito completamente, los niños ajenos a todo disfrutaron de su cena entre risas y platicas mientras yo no podía sopesar la idea de que talvez esta seria la última noche que estaría con mi pequeña de solo pensarlo me aterraba, después de acabar la cena recoger los platos y acostar a los niños nos dispusimos a ir a nuestra habitación, ya en ella Federick se dispuso a abrir aquellas cartas y entonces sucedió lo último que esperábamos un rayo de esperanza se asomaba en aquella oscuridad que nos rodeaba en aquel momento ya que si eso era verdad podríamos salvar a nuestra hija de ese estúpido pacto.

Así que nos aferramos a aquel rayito de esperanza el cual nos abría la puerta para poder ayudar a nuestra pequeña hija al menos eso creíamos hasta que su país la reclamo por cumplir aquel deber y nos las arrebataron de nuestras manos siendo apenas una niña.

***

Federick

Al abrir el sobre me di cuenta que Camila mi esposa aquella mujer de la que me había enamorado perdidamente me había engañado, ella sabía lo que indicaba que nuestra hija naciera en aquel país sabía que en cualquier momento vendrían por ella y jamás me lo dijo. Al principio sentí la rabia correr por mis venas me sentía engañado un completo idiota ¡carajo! Me habían visto la cara de imbecil y jamás me di cuenta maldita sea, las venas de mi frente empezaban a notarse por lo apretada que tenia la mandíbula no sabia de que manera reaccionar ante lo que había en aquella carta , entonces me fui sobre ella preguntando.
¿Que es esto? ¿Siempre lo supiste y jamas me lo dijiste? ¡Por Dios Camila responde maldita sea! Ella solo lloraba y me pedía perdón mientras yo cada vez me volvía loco de la rabia y desesperación. Se hizo un silencio que parecían horas pasado unos cuantos minutos ella habló - solo lo hice para proteger a nuestra hija de esa estúpida promesa que tu familia hizo ¡Entiendelo porfavor lo hice por su bien! No podría creer lo que salían de sus labios no sabía que era peor si lo que decia la carta o la promesa de mi familia, mi esposa se acercó a mi con las manos temblorosas y los ojos llorosos pidiendo perdón una y otra vez yo solo me quedé sentado en la cama pensando en que iba a suceder después de todo esto. Entonces decidí que tendríamos que volver a mudarnos de país antes de que vinieran a buscarla pero todo fue en vano, fue demasiado tarde ya la habían encontrado y me la habian arrebatado...

La Obsesión Que Nunca Quise +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora