LA MEJOR NOTICIA

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BASE MILITAR SIERRA MAYA

CORONEL RUÍZ

- Después de la misión para desmantelar al tigre y a su organización el coronel mando a llamar a Karina.

-Alejandra solicitó la presencia de la agente Rosenberg, llámala y dígale que venga a verme

-Enseguida coronel-

Escucho dos toques.

Karina entró en la oficina del coronel, aún con la adrenalina de la misión reciente corriendo por sus venas. El coronel la recibió con una sonrisa.

—Capitana Rosenberg —dijo—. Ha hecho un excelente trabajo. La misión ha sido un éxito.

Karina asintió, expectante.

—Gracias, coronel —respondió.

El coronel se sentó detrás de su escritorio y la miró con seriedad.

—Karina, ha llegado el momento de que regrese a su vida normal —dijo—. Su misión ha terminado.

Karina se sorprendió. No había esperado escuchar esas palabras.

—¿Qué significa? —preguntó.

—Significa que puede regresar a su familia —dijo el coronel—. Ha pasado mucho tiempo desde que se unió a la unidad. Su trabajo aquí ha terminado.

Karina se sintió un torrente de emociones. Alegría, alivio, gratitud.

—Gracias, coronel —dijo, con lágrimas en los ojos—. No sé cómo expresar mi gratitud.

El coronel sonrió.

—No necesita expresar nada, Karina —dijo—. Ha hecho su trabajo con honor y dedicación. Ahora es hora de que disfrute de su vida.

Karina asintió, sonriendo.

—Sí, coronel —dijo—. Estoy lista.

El coronel le extendió un documento.

—Este es su documento de baja —dijo—. Está oficialmente liberada de su deber.

Karina tomó el documento, sintiendo un peso que se levantaba de sus hombros.

—Gracias —repitió.

El coronel se puso de pie y la abrazó.

—Buena suerte, Karina —dijo—. Disfrute de su familia.

Karina sonrió, sintiendo que por fin había encontrado la paz que había estado buscando durante tanto tiempo.

—Lo haré, coronel —dijo—. Lo haré.

Karina

Me quedé parada en la puerta de la oficina del coronel, mi mente en blanco. No podía creer lo que acababa de escuchar.

—¿Qué... qué significa? —tartamudeé.

El coronel se levantó de su silla y se acercó a mí.

—Karina, has cumplido tu misión —dijo con una sonrisa—. Has trabajado duro durante años y has arriesgado tu vida por nuestro país. Es hora de que regreses a tu familia.

Mi mente estaba en shock. No podía procesar la información. ¿Regresar a mi familia? ¿Después de tanto tiempo?

—Pero... pero ¿y mi trabajo? —pregunté, intentando encontrar sentido.

—Tu trabajo aquí ha terminado —dijo el coronel—. Has completado tu misión y ahora es hora de que disfrutes de tu vida.

Me sentí como si estuviera flotando en el aire. No podía creer que esto fuera real.

—¿Y qué pasa con El Tigre? —pregunté, intentando aferrarme a algo.

—El Tigre está derrotado —dijo el coronel—. Su organización ha sido desmantelada y él está bajo custodia.

Me sentí un torrente de emociones: alegría, alivio, gratitud. Pero también miedo. ¿Qué pasaría ahora? ¿Qué haría sin mi trabajo?

El coronel me extendió un documento.

—Este es tu documento de baja —dijo—. Estás oficialmente liberada de tu deber.

Tomé el documento, sintiendo que mi vida estaba cambiando para siempre.

—Gracias, coronel —dije, intentando encontrar palabras.

El coronel sonrió y me abrazó.

—Buena suerte, Karina —dijo—. Disfruta de tu familia.

Por fin el día cero había llegado, era momento de descubrir la verdad y de ver a los míos después de tantos años, no sería fácil pero lo conseguiría.

La Obsesión Que Nunca Quise +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora