El chico del salón de al lado.

Epílogo.

-Yo no quiero perdonarte, lo que me dices es cierto, pero créeme que había mejores maneras en las cuales yo hubiera podido afrontar la situación.

Me acerqué a él.

>>Si las cosas no hubieran sucedido así créeme que estaría dispuesta a esperarte, pero me siento muy cansada, te amo, créeme que lo hago, no lo dejaré de hacer posiblemente, pero lo que hiciste y permitiste me dolió, nada me asegura que en el futuro yo pueda confiar en ti ciegamente y que no me lastimes solo para evitar decirme las cosas en la cara, recuerdo la vez que te pregunté «¿qué cambió?», y tú respondiste que no sabías la respuesta, desde ese momento algo dentro de mi se dió cuenta de algo, tal vez si seamos las personas correctas para ambos, pero tal vez este no es el momento.

Ahora mi estómago duele.

Ay no.

Me alejé a pocos pasos hacia los botes de basura para liberar esos tragos de vodka saborizado y aquellos shots de tequila.

Joseph se acercó a mi para quitarme el pelo de la cara y cuando terminé de expulsar todo solo nos sentamos cerca de la entrada en silencio.

-¿Te llevo a tu casa? -me preguntó después de un tiempo-.

-Gracias, pero no, vine con mi hermana y Alonso, seguro que ell...

-Por favor llévala, cuando esté sobria se sentirá mal por no aceptar ir contigo -dijo mi hermana desde la entrada del bar- pero, si no llega a casa en menos de treinta minutos, sé dónde encontrarte niñito.

No recuerdo cómo subí a la camioneta Jeep de Joe ni cuando bajé.

Ahora me encuentro en mi cama solamente con solamente un short de pijama mal puesto, una pierna fuera de la cama y con la cobija usada como almohada.

Sorprendentemente no me siento mal pero tengo algunas lagunas.

Supongo que lo de ayer fue la despedida con Joe, aunque lo tendré que ver por un mes y medio nada más.

Para resumirte todo lo que ocurrió el resto de mis vacaciones que en realidad eran mi sanción, veía musicales y de vez en cuando lloraba al recordar a Joe, Alonso sigue con nosotros y no sé cuándo se irá porque ahora parece que mi papá hasta le va a heredar la casa.

Hoy lunes, tengo que volver a la escuela, al ver a Joe él solo hizo como que no nos conocíamos pero le agradezco porque de otra manera me sería más difícil olvidarlo.

Memo me preguntó cómo seguía la situación con Joe y casi me suelto a llorar en ese momento pero logré controlarme.

Lo contraproducente de estar expulsada tres semanas es que todas las tareas y proyectos se acumulan, de igual manera, pierdes el hilo de los temas vistos en clases.

Y para resumirte este último mes y semana, Joe y yo solo nos miramos pero seguimos en direcciones opuestas, lo último que supe fue que Joe le puso por fin un alto a Daniela, lo sé por que la oí llorando en los baños y después me reclamó, pero solo la ignoré y salí despreocupada del lugar.