Capítulo XVI

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—¿Por qué no entiendes nada? ¿Acaso te dejaron caer de cachorro?

—Háblame bonito, soy sensible.

—No seas idiota.

Taehyung puso los ojos en blanco, volviendo a sujetar el marcador entre sus dedos, mientras sostenía el candado en la mano derecha.

—Aclaro por milésima vez que no sé escribir con el abecedario universal.

—Y yo te repito por enésima vez que escribas en coreano —Jungkook reiteró, y el alfa infló las mejillas, jugueteando con el bolígrafo entre sus dedos—. Taehyung, no es tan complicado, tenemos mucho qué hacer.

—No peleen.

Y las miradas recayeron en Jooha, sus bonitos ojos redondos siendo una preciosidad. Tenía una boina roja en su cabeza junto con un abrigo del mismo color y unos brillantes zapatos negros de charol.

Muy lindo.

—¿Ves? No hay que darle un mal ejemplo a nuestro cachorro. Jooha no debe de ver a sus papás pelear.

Y las ganas de golpear la nuca de Taehyung eran inmensas, pero no podía cuando tenía la atención de su hijo sobre ellos, esperando a que coloquen el candado en las rejillas de ese puente abarrotado de parejas.

—Tonto —murmuró entre dientes y Taehyung alzó una ceja, desconcertándose porque ¿le pareció o Jungkook no le negó el haber dicho "nuestro"?

Oh Dios, en verdad no le negó.

—Jungkook.

—¿Qué pas-

Y el omega pegó un brinquito ante los brazos rodeados en su cintura, el mentón del mayor en su hombro derecho y Taehyung le presionó un poco más hasta cortarle ligeramente la respiración.

No, no eso. Ni se le ocurra respirar contra su piel. Era débil, y sabía que Taehyung sabía porque en solo una noche bastó para reconocer sus zonas erógenas.

—Jooha mira, ya no peleamos, ¿nos das un premio?

Y Taehyung se preguntó si ese cejo fruncido se quedaría para siempre en la cara del omega, pues era la única expresión que ha tenido en todo el día.

Excepto al despertar.

—Una estrellita —el niño dijo con la vista enfrente, y el alfa se rio bonito, caminando por detrás de Jungkook sin dejar de abrazarlo, tambaleándose como un tonto enamorado que se aferraba a ese amor inefable.

—¿Por qué no guardas la compostura un momento? No actúes así.

—¿Así cómo? —Taehyung cuestionó con un poquito de ironía y el omega suspiró, Jooha caminando frente ellos.

—Como idiota —respondió, a lo que el mayor colocó el mentón en su hombro.

—Soy un idiota enamorado de su dueño. Tan solo tenerlo aquí, jefe Jeon, es suficiente para mantener a mi lobo rebozando de felicidad.

Jungkook soltó una risita en medio de las cosquillas bonitas en su cuello, la nariz de Taehyung acariciando su piel con delicadeza.

—Oh basta, realmente actúas como un idiota —le reprochó, a lo que el alfa soltó una risita desde la garganta.

—¿Por qué guardar las apariencias? —le dijo en un susurro, el aliento ajeno haciéndole erizar el cabello de su nuca—. Si me quieres solo déjate sin importar quiénes te rodeen. Cuando regresemos a Corea las cosas seguirán como siempre. Acá sé un jilguero libre de su jaula, no hay quien te juzgue, ni quien esté pisándote los talones. Olvídate del Jeon Jungkook jefe de la mafia Jeon, solo sé Jungkook. Jungkook el omega más precioso del universo.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora