Capitulo 10: La Mía Piccola Farfalla

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Unas semanas después me encuentro sumergida en papeles y planos de obras qué quedaron pendientes luego del arresto de mi padre

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Unas semanas después me encuentro sumergida en papeles y planos de obras qué quedaron pendientes luego del arresto de mi padre.

De pronto dos golpes en la puerta me traen de vuelta a la realidad. —Señorita Bertinelli ¿puedo pasar?

—Adelante Walker ¿qué sucede?

—Llamaron de la morgue de Starling, el señor Gus Sabatonni acaba de fallecer hace unas horas.— levanto mi mirada a la chica, ella se me remueve algo nerviosa.

—¿Nuestro abogado está muerto?— preguntó con incredulidad.

—Sí, fue hallado muerto en...— la chica revisa rápidamente su teléfono. —Gatitas, uhmm... Un bar de striper.

—Que lastima, al menos murió feliz, encuentra otro abogado nuevo. Y si tenía familia o algo hazle llegar el pésame de la familia Bertinelli.

—Sí...

—Freya, estoy ocupada ¿necesitas decirme algo más?

—Su hermano menor... Fue arrestado por robo... Y...— suspiro cansada. —... Su hermana mayor, Helena Bertinelli, regreso, de hecho ella asesinó a nuestro abogado.

—¿Qué?

—Ciao, sorellina.— exclama una voz femenina entrando a la oficina.
[Hola, hermanita]

—Helena.

—Demasiado tiempo, ¿no crees sorellina?— ella se sienta enfrente de mi.

—Freya, puedes encargarte de la fianza de Thai y luego ir a la empresa en busca de las carpetas restantes.— ella asiente.

Antes de que ella salga, Helena habla. —¿Cuántos años tienes…? Freya?

—27, señorita Bertinelli.

—Wow, eres mayor que mi hermana, pero aun así sabes cuál es tu lugar aquí.

—Solo hago mi trabajo, y mi lugar lo elige la señorita Diana, le pido que no me falte el respeto.

—Pero yo no...

—Freya, puedes marcharte.— y con esas últimas palabras ella sale. —Sinceramente no esperaba verte aquí, en casa, en la oficina de papá.

—Yo tampoco esperaba verte aquí, pero vaya sorpresa que me lleve cuando mostraron en las noticias "Diana Bertinelli ha vuelto de Italia después de casi 6 años"

—¿Donde estuviste tú?

—Barcelona, Mónaco, Budapest, necesitaba olvidar quien era y dejar de extrañar a alguien, y tal vez olvidar mi venganza.

—¿Igual A Gus Sabatonni?— pregunta Diana mientras le entrega un vaso de ron. —Terminaste con toda la organización de nuestro padre incluyendo su secretaria, algo que realmente me molesto porque debo contratar nuevos empleados qué sean de confianza.

Ahogados en recuerdos ๑ [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora