⟶Charlos ♡ Smooth Operator.

Capítulo 12.

Los meses siguientes todo iba perfectamente bien, Carlos tenía una increíble racha de primer lugar aunque claro que en el gran premio de Japón lo ganó Yuki, Qatar Checo y en Texas Max.

Era el gran premio de México, todos estaban eufóricos pues se esperaba que Checo ganará en casa.

Mientras tanto estaban Carlos y Charles comiéndose a besos en la habitación que tenían para cambiarse los pilotos en sus motorhome.

—Mgh, Calos no… —Charles jadeo al sentir las manos de Carlos debajo de su camisa.

—Di que sí, te prometo que será rápido —le susurró en el odio a su novio arrancándole un suspiro.

Y ambos empezaron a besarse más feroz, los gemidos bajitos de Charles eran música para Carlos quién besaba y dejaba marcas en su cuello, clavículas y pecho

Porque sí, Carlos ya le había desabrochado la camisa al monegasco y Carlos tenía el traje a la mitad del cuerpo.

—Carlos oye, el… —en ese momento Oliver entró sin tocar y vió a ambos chicos teniendo su momento de pasión.

Ambos se separaron rápidamente y Charles se empezó a arreglar la ropa mientras Carlos se ponía ya su traje para correr.

—Mierda —Oliver soltó una carcajada— yo no ví nada, pero ya casi empieza la carrera.

—¿No puedes tocar como una persona normal? —Carlos le gruñó a su compañero.

—No, y tú no puedes mantener tus hormonas bajo control —Oliver tomó su casco y se fue no sin antes darle una mirada divertida a su cuñado— te veo en un rato Charlie.

Charles estaba tan rojo como el traje de su novio, Carlos sólo lo volvió a besar ahora más tranquilo.

—Espero que ganes hoy —Charles sonrió.

—Dime las palabras mágicas, tal vez lo haga —Carlos amaba a su novio.

—Te amo, mi Smooth Operator —Charles le dio un beso.

—¿Sabes qué es lo que más amo de ti? Amo como tus ojos verdes se iluminan cuando tocas el piano, amo esos hoyuelos que tienes, tu risa y lo que amo todavía más es como al sonreír se hacen esas pequeñas bolsitas debajo de tus ojos, eres mi obsesión y mi mayor anhelo Charlie, eres tan hermoso, como un ángel.

Charles lo miró enternecido, amaba locamente a Carlos.

—No me hagas llorar ahora, anda, quiero que ganes la carrera y ten cuidado —el monegasco besó a su novio.