Capítulo 20.

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El día tan esperado había llegado para Charles

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El día tan esperado había llegado para Charles.

Aunque ya se habían casado en Roma querían también casarse en Mónaco, pues a Sergio casi le da un infarto cuando vió la publicación en Instagram.

—¡Escúchenme bien par de cabrones, si no tengo mi fiesta donde voy a bailar con Max y ser el padrino de Carlos se pueden ir despidiendo de tener hijos!

—Cálmate Sergio, se te va a subir la presión —se escuchó a Max decir desde la línea.

—Ya, ya, tranquilo, de hecho estamos por regresar y por cierto, arreglate que vamos a llegar en dos horas e iremos por el traje.

—¡Son unos hijos de la…!

—Nos vemos al rato Checo.

Charles simplemente se reía de lo furioso que debía estar su amigo ahora.

—No sé porque siento que va a venir a golpearnos cuando lleguemos al aeropuerto.

—Definitivamente lo hará pero está bien, será divertido planear la boda en menos de una semana.

Carlos acabo de doblar perfectamente su ropa para ir con Charles, tomar su rostro entre sus manos y besarlo con suma delicadeza.

—Mira nada más, aún no puedo creer que me tengas a tus pies, te amo tanto mi ángel.

—Solamente soy yo Calos, te amo muchísimo, y no lo sé, tal vez fue suerte.

—Tú me hiciste brujería —Carlos sonrió para volver a besarlo.

—Sí, ahora estás bajo mi poder —Charles le mostró sus dedos y sonreía mientras tocaba la punta de su nariz.

—Pero yo te quiero debajo mío.

Con esto los besos se volvieron más salvajes, rudos, eran pasión pura.

Aún tenían tres horas para ir al aeropuerto, y sinceramente Charles amaba ver la espalda del madrileño con arañazos en ella cuando se ponía en modo dominante y rudo.

—Sabes, me encanta cuando te pones así —Charles sonrió y fue a dar a las almohadas que estaban en la cama mientras Carlos besaba su cuello y bajaba hasta su pecho y clavículas.

—Pero tú me encantas más, te voy a poner a gritar mi nombre para que sepan todos a quién perteneces.

Horas después de ir en el jet privado de Carlos aterrizaron en Mónaco para después ser recibidos por Sergio quién golpeó a Carlos con una revista enrollada, tal cual dueño a su perro.

Después del espectáculo y Max separando a su esposo de Carlos las parejas fueron a comprar y probarse trajes, vieron lo de la comida, las flores, todo sería en casa de Charles pues sería simplemente con la familia de ambos y los amigos.

Claro que como ya no había tiempo simplemente les llamaban a todos para confirmar su asistencia.

—No puedo creer que nos casemos el domingo, es un sueño.

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