7

269 33 11
                                        

-son despreciables- Hinata estaba en el despacho de su padre. en el se encontraba Natalia, Hiashi, Shikamaru y Neji- ¡Basuras!- ella grito furiosa siendo detenida por Hana que la había agarrado de la mano- ¿¡creen que eso esta bien!?- ella señalo a sus progenitores- ¿¡no les basto con arruinar mi vida que necesitan arruinar otra!?- Natalia molesta frunció su ceño.

-¿arruinar tu vida? ¿de que mierda hablas Hinata?

-¿¡de que mierda hablo!? ¡estoy hablando de la mierda a la que me metiste hija de puta!- ella furiosa se intento acercar a su madre. lamentablemente una puntada en su espalda le evito aquello- si esto fuese una charla familiar diría tanta mierda junta... pero claro, siempre tienen a sus lacayos cerca- Neji sonrió al escuchar aquello.

-tiene una actitud del demonio- Shikamaru suspiro viendo como esta se iba junto a Hana.

-es igual a su madre- Hiashi se sonrió de medio lado mirando a Hana que para ser sinceros, había criado a Hinata desde un principio.

-Mamá- Hana le sonrió tomándola en brazos a la salida de aquel colegio.

-Hina, ya te dije que yo no soy tu madre- esta miro a la mujer algo extrañada. desde que tenia uso de razón ella siempre estuvo a su lado y la realidad era que siempre la vio como tal- ¿Cómo te fue?

-mal- la pequeña de unos siete años murmuro triste- Briana me rompio mis hojas- Hana sonrió apenada subiéndola a el auto de la familia- así que le pegue como me enseño Tiara- aquella entrenadora física que le enseñaba a Hinata a defenderse, a hacer esgrima y inclusive gimnasia artística desde la corta edad de cinco años.

Hana suspiró mientras conducía el auto, comprendiendo la frustración de la niña. Había sido testigo de las dificultades que Hinata enfrentaba en la escuela, especialmente con Briana, una niña que parecía disfrutar molestando a los demás- evita pelear... eso te hace perder clase.

-pero... ella siempre se burla- Hinata bufo triste- y las profesoras no le prestan atención. siempre dicen que soy exagerada. además...- esta bajo su rostro triste- ¿soy fea?

-Naruto- la Hyuga observo a aquel hombre que en ese preciso instante estaba sentado a un lado de la ventana. este observaba hacia el hermoso patio de aquel palacio- ¿me escuchas?- no existido ningún tipo de respuesta.

-Hinata...- Hana entro a la habitación- aqui esta lo que pediste y...- La Hyuga se sentía por demás de culpable. el la cargo en su espalda cinco días seguidos, lucho contra los enemigos y se aseguro que ella llegase sana y salva ¿y como le pago ella? dejando que lo torturen hasta el cansancio.

-deja la ropa sobre la cama- Hinata suspiro llevándose las manos al rostro de forma triste.

-Ya escuchaste... lo que ellos dijeron- Hinata no respondía- el muchacho ya no esta cuerdo Hinata... quizas... quizas lo ideal sea dejarlo ir y- la muchacha se giro con su rostro apenado.

-¿dejarlo ir?-Hana asintió- el no me dejo ir. yo era una carga y el me trajo igual- esta bajo su rostro entendiendo el por que de su insistencia- lo voy a cuidar... no me interesa... no me interesa si el no vuelve jamás- aquello saco una sonrisa en Hana que divertida se acerco a Hinata para regalarle un pequeño abrazo.

aquel Leopardo que bastante ya se había acostumbrado a no tener que recurrir a sus instintos primarios se acerco a la habitación. ciertamente este andaba por el palacio como si este fuese suyo cosa que, solía provocar gritos de terror en la servidumbre del lugar.

este entro a la habitación y al ver a Naruto allí se acerco "feliz" a este comenzando a frotarse encontra del rubio que, volvio su mirada a este que solo se movía lentamente mientras ronroneaba-Kurama- Hinata intento alejarlo del rubio, pero este lentamente llevo su mano hacia el felino acariciando su espalda.

Aves rotas (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora