†1†
LILITH
Tenía claro mi lugar, era obedecer a el señor oscuro.
Siempre ha sido así, desde el momento que me rebelé ante el falso Dios, y él me desterró del jardín de edén; estaba perdida en mi locura mientras vagaba por los destrozos que hoy en día es la tierra en la que habita los mortales.
Cuando yo merodeaba la tierra a principios del tiempo, encontré a un hombre. A un hermoso hombre.
Sabía que era un ángel, su presencia me lo decía, pero algo estaba mal en él.
¿Qué hace un ángel en la tierra, y no en el cielo?
El me extendió su mano y se la recibí con amabilidad.
—No temas mujer, me presentaré ante tí; me llamo Lucifer, la estrella de la mañana.
No sé que me sorprendió más del señor oscuro la primera vez que lo ví. Su belleza, saber que era un ángel vagando en la tierra a el igual que yo, o sus dos enormes heridas que sangraban en su ancha espalda.
—Mucho gusto Lucifer, me llamo Lilith, soy la primera mujer del mundo, creada por Dios, y destinada a casarse con Adán, el primer hombre.
Lucifer se sentó a un lado de mí y se dispuso a escucharme atentamente, no me cansaba de mirarlo, era tan hermoso.
—¿Por qué no quisiste casarte con Adán?— Lucifer había arqueado sus cejas, extrañado porque había rechazado a Adán.
—Él era abusivo y manipulador, una vez intentó estar conmigo a la fuerza y yo no quise ser suya, así que Dios me desterró del jardín.
Lucifer me escuchaba, movió sus rosáceos y gruesos labios, luego dijo —Interesante, eres muy rebelde, Lilith.
—¿Eso es bueno, ser rebelde?.
Dios siempre me decía que era malo rebelarse ante tu autoridad, y eso fue lo que hice ante él.
—Por supuesto, estar en desacuerdo con algo que no te agrada favorece tu felicidad, no puedes vivir tu vida complaciendo a los demás, la elección debe ser tuya, y tu decidiste ser feliz, Lilith.
Me senté a un lado de Lucifer, mientras lo veía embobada, ¿Por qué tenía que ser tan hermoso? Era demasiado para mí.
—Lilith ¿Me ayudarías en algo?— Lucifer se quejaba de sus heridas.
—¿En limpiar tus heridas?.
—Sí.
Me levanté del lado del señor oscuro y fuí a buscar agua con una tinaja a un arroyo que pasaba por aquí cerca. Regresé a dónde estaba Lucifer y antes de ayudarlo le dije una cosa.
—Esto posiblemente te dolerá, solo un poco.
—Solo ayúdame, ¿Entendido?.
Me dí cuenta que él era mandón, pero eso me atraía más a él.
Procedí a lavarle sus heridas profundas en su espalda con abundante agua fresca, después de lavarle, se veían más sanas las heridas.
—¿Ya no te duele?— le pregunté preocupada.
—No, gracias por ayudarme, Lilith.
—De nada, Lucifer.
Lucifer se movió a un lado y sonrió, luego se dirigió a mí y me preguntó algo. —Lilith... ¿Quieres ser mi mujer?.
Yo tragué saliva profundamente y solo le pude decir. —¿Su qué?.
—Mi mujer, serías mi compañera, mi amante y posiblemente... La reina del infierno.
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El hijo bastardo del Diablo - (La Semilla Del Diablo)
TerrorEl pueblo de Garvale dónde todos son creyentes del catolicismo, vive un joven llamado Derian, un brujo que viene de una familia de brujos que son miembros de un aquelarre. Derian descubre que el es parte de una antigua profecía que podría iniciar el...