†CAPÍTULO 11†

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†11†

20 años atrás

BELCEBÚ

Ese día.

Un 6 de junio del 2003, visité el palacio infernal.

Mi visita fue inoportuna, porque nadie me esperaba, llevaba más de un año que no venía a el pandemónium. En ese tiempo estuve muy ocupado atormentando a una pobre muchacha británica en el mundo de los mortales.

Había cumplido con mi objetivo, quedarme con su alma y decidí que era hora de regresar a el infierno.

Era muy temprano, aún no era ni la 6 de la mañana, pero en el infierno el tiempo no existe.

Entré a el palacio infernal, estaba más oscuro que de costumbre. Pero había algo en el ambiente, un ligero aroma a maternidad, a una nueva vida.

Una sirvienta demoníaca con su habitual uniforme, iba de prisa con toallas limpias y agua caliente hacia las habitaciones principales.

—¡Hey tú!— la detuve.

La sirvienta se dió vuelta y al verme se asombró. —¡Señor Belcebú!— se arrodilló ante mí.

—¡Basta! Deja tu reverencia para otra ocasión— ojeé las cosas que cargaba en sus manos. —¿Para dónde vas con eso?

—¿Qué no lo sabe? Bueno es que usted ha pasado mucho tiempo fuera del averno— dijo ella en un tono dulce que me molestó.

—¿Saber qué?— respondí de mala manera.

—La señora Lilith está a punto de dar a luz.

—¿Qué estás diciendo muchacha estúpida?

Tiene que ser una broma de Lucifer.

—No le estoy mintiendo señor Belcebú, la señora Lilith...— la silencié.

—¡Esa no es ninguna señora!— me enojé. —Ella solamente es una zorra que Lucifer recogió por lastima.

La sirvienta me miró de manera incómoda, luego volvió hacer una reverencia pero esta vez de despedida. —Me tengo que retirar señor Belcebú.

La muchacha se fué con prisa hacia la habitación principal. Los siguientes 30 minutos fueron asfixiantes.

Durante ese tiempo Lilith no paraba de gritar y quejarse, era insoportable, sentía como si estuvieran restregando un tenedor contra un plato, quería arrancarme las orejas y quemarlas.

Era una tortura, ojalá Lilith se muera dando a luz. Ella siempre me desagradó, no me gustaba su forma de actuar, como siempre se creía más que nosotros, su vanidad, sus aires de grandeza. Si alguien tenía todos los requisitos que odiaba, era Lilith.

Y yo no era el único que la odiaba, Asmodeo la odiaba, Mazikeen la odiaba, y el resto de los demonios más poderosos también la odiaban. Sabíamos que ella nunca llegaría a ser reina, no era digna, y nosotros tampoco lo íbamos a aceptar.

Pero en este momento está naciendo una criatura de sangre angelical, estrella de la mañana, el futuro rey del infierno. Lo más divino y diabólico, perfecto para ocupar ese lugar.

¿Quién mejor que el hijo de Lucifer para continuar con su reinado?

Haríamos tantos planes con ese bebé, podríamos gobernar y esclavizar a los mortales e iniciar el apocalipsis. Sería perfecto.

Mientras estaba pensando en el futuro reinado de ese bebé, Lucifer salió de la habitación principal con algo cubierto por una manta entre sus brazos. Se veía agitado, nervioso y con prisa.

El hijo bastardo del Diablo - (La Semilla Del Diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora