No había nada que pudiera sorprender a Loid después de su larga carrera de espía. Pero la conmoción total lo llenó cuando Yor enfrente suyo, con las mejillas sonrojadas y cerrando los ojos le hizo la petición más extraña de su vida.
"¡Enséñame a ser...
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Acomodó el vestido adecuadamente, asegurándose que estuviera perfecto y finalmente colocó el sombrero encima del cabello rosado y sonrió al asegurarse que todo estuviera correcto.
-¡Anya, ven a desayunar!
La pequeña niña saltó de aquel taburete y corrió fuera de su habitación hacía la cocina. Yor se quedó ordenando la ropa de la pequeña Forger para poner a lavar antes de irse al trabajo. Finalmente salió dirigiéndose hacía la mesa donde Anya comía los huevos estrellados en su plato y enfrente de ella estaba Loid Forger, su esposo o su esposo pantalla desde hace dos años. Desde aquella primera cita donde ambos forjaron el acuerdo de permanecer juntos por intereses propios. Él para que Anya pudiera ingresar al Edén, la escuela con mayor estatus en Ostania. Ella por su parte para cubrir su faceta de asesina a sueldo y que no sospecharan de ella al tener treinta y seguir soltera.
Aquella compromiso había durado dos años, donde convivían como una familia normal o lo intentaban. Yor se aseguraba de ayudar a Loid en lo más que podía. Desde asistir a las juntas de Anya, asegurarse de que asistiera al colegio con su uniforme debidamente colocado y con sus útiles. La mayoría del tiempo Loid se encargaba de cocinar, aunque en ocasiones ella lo intentaba, fallando rotundamente y sintiéndose mal en cada ocasión.
A pesar de cometer tantos errores y no saber cocinar, las cosas funcionaban.
Yor se sentó al sentirse realmente feliz de estar junto a Loid. No tenía recuerdos de desayunar con su familia en su infancia, ya que la guerra cobró la vida de sus padres a una corta edad y tuvo que hacerse cargo de Yuri para darle una buena educación y comida. Esa había sido su prioridad por lo que comer juntos quedó descartado. Por lo que apreciaba enormemente cada comida que los tres compartían.
Comió gustosa los huevos estrellados que Loid preparó, estaban deliciosos, como todo lo que el cocinaba. Una vez que terminó acompañó a Anya a tomar el autobús, despidiéndose. Una vez que el transporte amarillo desapareció observó a Loid caminar hacia donde estaba con una sonrisa.
-¿Te vas? -Preguntó al verlo con su sombrero en la cabeza.
-Si, tengo una reunión en el trabajo pero antes de irme -Le ofreció una pequeña bolsa.
-¿Qué es? -Preguntó dudosa al tomarla sin tener una idea de que era.
-Almuerzo, me comentaste que tendrías mucho trabajo hoy y no tendrías tiempo de comer. -Miró su reloj y le sonrió antes de dar media vuelta. -Asegurate de comer adecuadamente.
Yor se quedó observando la espalda del Forger alejándose, sus mejillas se colorearon al pensar en que Loid tuvo que levantarse más temprano para prepararlo. Lo había mencionado en la cena, por lo que no esperó ese detalle. Abrazó el paquete que él le entregó y caminó hacia el ayuntamiento, hacia su trabajo falso de secretaria.
La verdadera razón por la que llegaría tarde no eran los impuestos del gobierno, sino porque tenía una misión asignada por Garden y no creía llegar hasta después de la cena. Pero pondría todo de si misma para terminar antes de tiempo. Había recibido las indicaciones ayer en la tarde, para atacar en una reunión de hombres corruptos, sin dejar ni un solo sobreviviente.
