CAPÍTULO 73

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NARRA KATIE

La ambulancia llegó al hospital en pocos minutos. Los paramédicos bajaron a ____ de la camilla y la llevaron a toda prisa al área de urgencias. Yo los seguí, sin soltarle la mano a mi esposa.

En la entrada, se encontraron con una enfermera que les preguntó qué pasaba.

"Esta mujer está embarazada de cinco meses y está sangrando mucho. Creemos que está teniendo un aborto espontáneo", le dijo Juan a la enfermera.

"Vale, vamos rápido a la sala de partos. Necesitamos hacerle una ecografía y ver si el bebé está vivo", acotó la enfermera.

La enfermera nos guio por un pasillo hasta llegar a una puerta con un cartel que decía "Sala de partos". Entramos y vimos una cama con un monitor y una máquina de ecografía.

Había un médico y otra enfermera esperándonos. "Buenas noches, soy el doctor Murphy. ¿Qué tenemos aquí?", preguntó el médico.

"Esta mujer está embarazada de cinco meses y está sangrando mucho. Creemos que está teniendo un aborto espontáneo", repitió Juan al médico.

"Vale, póngala en la cama y conéctenla al monitor. Vamos a ver cómo está el bebé" dijo el médico.

Los paramédicos pusieron a ____ en la cama y le conectaron unos electrodos al pecho y al abdomen. El monitor empezó a emitir unos pitidos que indicaban el ritmo cardíaco de ____ y del bebé.

El médico tomó un tubo de gel y lo aplicó sobre el vientre de ____. Luego, tomó una sonda y la pasó por el gel, buscando la imagen del bebé en la pantalla de la máquina de ecografía.

Ambas miramos la pantalla con angustia, esperando ver a nuestra hija. Yo le acariciaba el pelo y le susurraba palabras de ánimo.

El médico sonrió y señaló la pantalla con el dedo. Nos mostró una imagen borrosa, pero clara de un pequeño cuerpo con una cabeza, unos brazos, unas piernas y un corazón que latía con fuerza.

"Miren, ahí está su bebé. Está viva y bien. Tiene un buen latido y un buen tamaño. No se preocupen, no han perdido al bebé", nos dijo el médico con voz alegre.

¿Qué? ¿En serio? ¿Está seguro?, pregunté yo incrédula.

"Sí, estoy seguro. Miren ustedes mismas. Su bebé está bien", repitió el médico.

"No... no puede ser... no puede ser verdad...", dijo mi esposa sorprendida.

Sí, amor, es verdad. Nuestra hija está bien. Nuestra hija está viva, le dije yo emocionada.

Nos quedamos en silencio. No podíamos creer lo que acabamos de oír. Si nuestra hija estaba viva. Nuestra hija que habíamos sentido moverse en su vientre. Nuestra pequeña que habíamos visto en la ecografía. Nuestra hija que habíamos planeado todo un futuro juntas.

Aquella pequeña hija que nos había dado un nuevo sentido a nuestra vida. Mi hija estaba viva.

Sentí una alegría inmensa en mi alma también noté que a mi esposa se le iluminó el rostro con una sonrisa radiante. Se le escapó una risa feliz.

"¡Siiiiiii! ¡Mi hija! ¡Mi hija! ¡Nuestra hijaaaaaa!", gritó ____ riendo a carcajadas. Yo también me eché a reír. La abracé con fuerza y la besé con pasión.

Le dije: Te amo, ____, te amo mucho. Eres la mejor madre del mundo.

"Yo también te amo, Kashy, yo también te amo mucho. Eres la mejor madre del mundo y yo te amo más que a nada", me dijo mi esposa entre besos.

Te Amo Señora McGrath (Katie McGrath & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora