Nota inicial: Adjunte una canción que me da muchas "vibes" Polin, si lo desean pueden oírla en esa parte de la historia :)
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En la lista de los días más incómodos de su vida tenía que estar aquel, definitivamente. Secretamente, en el fondo de su corazón, Colin conservaba la esperanza de que Pen lo escuchara en esa hora libre que compartían previo a su clase. La idea era la siguiente: decirle, con la mejor expresión de lo cachorro herido, que necesitaba que lo perdonara. Que era el mayor de los idiotas. Y luego, soltar algún comentario gracioso.
Eso siempre funcionaba en su mundo.
Lamentablemente, Penelope no llegó al autobus ese día. Colin temió todo el camino en dirección a la escuela que ella no iría. Siguió creyéndolo cuando no se presentó en el lugar y fue peor cuando ninguno de los otros profesores del proyecto tenía información sobre ella.
Cuando ya se había resignado a que había faltado y a que debía enfrentar a los alumnos solo (cosa que nunca había pasado) una figura pequeña de cabello castaño se posó junto a él en la entrada de la sala. Colin abrió los ojos con emoción mezclada con expectación y con...¿sorpresa?
Todo porque Penelope, que no lo había mirado y menos lo había saludado, iba bellamente arreglada.
¿Acaso siempre iba así a clases? No, podría jurar que no iba siempre de tacones, con vestido y con los labios pintados de rosado...
Antes de seguir pensándolo torpemente sin despegarle los ojos de encima, ella le habló.
-Hola- dijo, secamente- será como siempre, te toca a ti responder dudas hoy y yo hago la clase.
-Eh...sí, por supuesto.
Volvió a ignorarlo, mientras revisaba una guía que tenía en las manos. Colin siguió con su pensamiento avasallador.
Peor fue para él cuando entraron y Penelope, con una energía más alegre que la que cedió para él, hizo una clase buenísima, elemento destacable que aun así no lograba desviar su atención a lo bonita que se veía aquella tarde.
¿Siempre había tenido esos ojos tan intensamente azulados? ¿O sería producto del maquillaje y el vestido azul a juego?
No tenía idea, no lo entendía, pero sí podía verlo ahora y muy claramente.
Estaba tan distraído, pensando como acorralarla para poder hablarle luego de la clases, que no escucho a un alumno pedirle indicaciones respecto a la actividad que realizaban.
Cuando estuvo libre de nuevo, se fijó en la cartera que había dejado encima de una mesa vacía. ¿Cartera? Extraño, podría jurar que ella siempre iba de mochila, era más cómodo.
Entonces una idea se le vino encima. Pen tenía una cita.
Se quedó muy quieto, inmerso en esa posibilidad. Extrañamente trastocado por la idea... hasta que la voz de Pen lo despertó. Estaba junto a él, susurrando algo.
-Colin...despierta.
-Sí, perdona...¿qué pasa?
-Ayuda a Alex. Está hace mucho pidiendo que vayas a su lugar- le murmuró, volviendo a arrugar el ceño, un cambio radical de la expresión jovial y amable que uso al dar la lección.
-Si, voy...
Una eternidad pareció durar esa hora y media de clases, a los ojos de Colin que necesitaba desesperadamente que los alumnos se fueran antes que Pen.
Cuando quiso hacer su movimiento, Pen, que parecía atrozmente apurada, se perdió de su vista mientras unos alumnos lo rodeaban para obligarlo a jugar fútbol con ellos.
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Primero fue el amor
RomancePenélope se enamoró de Colin un día cualquiera. Tampoco fue especial el día que comenzaron a ser amigos. Menos el día que se confesó. Un recorrido por un historia de amor no correspondido a través del tiempo y cómo las circunstancias van creando c...