Las cosas por resolver

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De forma inevitablemente veloz las vacaciones de invierno se acercaron, al punto que Pen se encontró un día cualquiera preparando la última guía para sus alumnos, con un sentimiento nostálgico dentro de ella de pensar que pronto dejaría de ver a los chicos.

Aunque, tampoco sería tanto tiempo, solo un mes.

También, y aunque sólo lo admitía para sí misma, dejaría de pasar tiempo con cierta persona...lo que la hacía sentir muy culpable.

Aquello no podría ser otra cosa más que masoquismo, pensó, mientras sentía con mucha precisión cómo arrugaba su frente de la rabia que vino a su sangre de pronto. Odiaba, detestaba que incluso llevando algunas semanas de novia de Jamie, aun no lograba superar que cada vez que miraba a Colin dirigirse a la clase, hacer un aviso o incluso saludarla, su corazón se detuviera por un instante y su rostro se sintiera más caliente. Le gustaba recordarse que no era su pecado, era el de él por tener aquella sonrisa tan perfecta o, más que perfecta, aquella sonrisa tan encantadora.

Pen suspiro, mientras guardaba su computador al considerar que la guía estaba completamente finalizada. Pensó, por un segundo, enviarle un mensaje de texto a Colin informando de esto, llevada por un impulso que retenía más de lo que le gustaría, consciente que era su cuerpo el que le pedía tener algún contacto con el chico. Esto porque, gracias a su propia dura actitud, llevaban casi el mismo tiempo de su noviazgo con Jamie distanciados. Colin ya no había insistido con ella, había dejado de pedirle disculpas y se había limitado a ser cordial y mirarla, de vez en cuando (e incluso cuando pensaba que ella no lo notaba) como un cachorro herido.

Pero logró volver a contenerse, recordando para sí misma la lealtad que le debía a su novio, porque si incluso ella estaba muy segura de que nunca pasaría nada con Colin, saber en su interior que no podía quitarlo de sus pensamientos la volvía, a sus propios ojos, una especie de traidora.

Así que, llegando a la misma conclusión de siempre, decidió escribirle a Eloise:

"Nos vemos mañana en el taller :) "

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Como si de magia se tratara, reunirse con Eloise antes del taller fue cosa fácil, aun cuando no compartían sus clases y no se habían comunicado. Era bastante obvio que ambas deseaban desesperadamente hablar con la otra.

-¡Pen! ven, deprisa, aún tenemos algunos minutos.

-También quería hablarte- le respondía la chica, sonriéndole a su amiga que bufó moviendo la mano, incitando a caminar a paso largo junto a ella.

-Lo tengo casi todo preparado- agregó la otra, mirando de un lado al otro mientras se sentaban alejadas del gentío- pretendo reunirme con Philip en unos días.

-El...

-No, antes de que comiences, escuchame. Te haré juicio en lo que quieras...

-¡El!- la interrumpió Penélope, tomando su mano, advirtiendo la ansiedad brotando de los ojos azules hermoso de su amiga- no te voy a reñir ni nada por el estilo. Sabes que dije que te apoyaría.¿Pasa algo más?

Después de uno par de segundos de silencio, Eloise fijó la mirada en su amiga, como si quisiera parecer lo más segura posible.

-Es que...sí. Algo sucedió. Philip él...me pidió que sea su novia.

-¿Qué?

-¡Lo sé! una locura...ni siquiera nos conocemos en persona, pero me dijo que sentía que era la adecuada, parecía tan seguro de su deseo de estar conmigo...

Primero fue el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora