Duras confesiones

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Eloise Bridgerton era conocida en su contexto social por ser la feminista rebelde de su familia. Porque, mientras sus otras hermanas destacaban por su belleza y sus talentos, ella siempre era motivo de conversaciones complicadas. Sumado a su natural interés por el debate, estaba el hecho de que tenía nada menos que siete hermanos, cada uno de ellos más particular que el otro.

Viviendo de esa forma, era super entendible que fuera muy resguardada con sus secretos, siendo en definitiva la única que la conocía bien, Pen, su eterno lugar de liberación.

-Penelope...quiero contarte algo- dijo, soltando las pesas con las que fingía entrenar en clases de educación física y deporte. Su amiga, que estaba luchando con una máquina con peso, la miró con sus rostro rojo del esfuerzo.

-¿No puede ser luego? Me siento indigna haciendo esto...

-No, debe ser ahora.

-Emm... entonces dime, El- se quejó Pen, rindiéndose con el ejercicio y mirando a su amiga aprovechando que no estaba la profesora cerca.

-Hice un nuevo amigo por internet-

-¿Internet? ¿eso no es un poco peligroso?

-Sí, pero realmente conozco a personas. Llevamos hablando un tiempo y se nota que es buen muchacho.- revelar que lleva tanto en conversaciones con un desconocido hizo avergonzarse a Eloise.

-Me alegro si es así.

-El asunto es que quiere que nos conozcamos...

-Ay El, eso suena peligroso, definitivamente- Pen, intentando aplacar el sudor miró fijamente a su amiga, que la evitaba a su vez.

-No lo sé...suena así, pero estaba pensando que si nos reunimos en algún lugar donde esté acompañada...a la distancia. Tampoco es como que nadie haga estas cosas, siempre se juntan desconocidos, así es la sociedad ahora...

Todos los argumentos de Eloise eran ciertos, así se conocía a las parejas muchas veces. El tema es que Pen se sentía realmente sorprendida del interés de su amiga en esta misteriosa persona.

-Antes de planear nada...¿por qué no me cuentas más de él? dijiste que es mayor.

-Sí, pero solo un par de años. Es universitario, estudia agronomía y no tiene familia, solo tiene un par de sobrinos pequeños que cuidar porque su hermano y su cuñada fallecieron.

-¿¿Qué?! Eso es terrible

-La verdad, si lo es- confirmó Eloise, mostrándose genuinamente preocupada- son niños muy inquietos, a pesar de que Phillip intenta curar la falta de sus padres es difícil para él solo.

-Debe ser un buen hombre si cuida de sus sobrinos- dijo Pen, logrando que Eloise, que miraba al piso pensativa, sonriera. ¿Su amiga estaba así de encaprichada con esa persona?- ¿Te gusta?

-No lo sé, no he pensando de esa manera. Simplemente me agrada hablar de libros con él y me divierten sus comentarios. Él mismo escribe para revistas y un libro sobre plantas y flores. Es muy interesante. Tú sabes...los hombres que me rodean, no son precisamente tan intelectuales, no como Phillip al menos.

-Pero Colin estudió afuera y sabe mucho de política internacional...- susurró Pen, sonrojandose cuando Eloise la miró con gesto guasón- y...Anthony, el lleva los negocios de tu familia, para que decir Benedict que es artista.

-Creeme, no es igual.

-Yo si creo que te gusta, nunca te había visto tan interesada en otro ser humano.

-¿No? ¿y Lady W?

Pen no respondió, solo asintió. Cada vez que su amiga hablaba de su alterego, sentía mucha culpa, por cosas obvias.

Primero fue el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora