Fuera del laboratorio

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A la mañana siguiente Penelope había logrado escabullirse de la casa de los Bridgerton muy temprano con la excusa de tener compromisos familiares. Fue lo bastante rápida para evitar el interrogatorio de Eloise y, al mismo tiempo, para escapar de la presencia de Colin. No era que no quisiera verlo en realidad, simplemente no estaba preparada para actuar después de los eventos del festival. Es que ¿cómo se suponía que debía actuar? Sus sentimientos de por sí muy confusos cuando se trataba del chico habían sido alborotados atrozmente. Todo porque Colin había sido la definición de encantador; preocupado, atento y cariñoso. No solo eso, Penelope no podía ignorar el hecho de que había estado ausente por gran parte del evento que llevaba meses preparando. Entonces ¿qué significaba todo aquello?

La inseguridad propia de la chica le decía que era solo un buen amigo siendo el mejor de ellos. Pero, muy dentro, en esos espacios personales donde podía darse ciertos créditos, todo eso había ocurrido por la simple razón de que el muchacho sentía algo por ella. Todo eso crecía al recordar especialmente el momento donde se taparon con el poleron, ocultándose de Eloise pero al mismo tiempo logrando una burbuja personal entre ellos, donde Penelope podría jurar que por un momento ambos estuvieron ensimismados. Casi pudo sentir que él quiso besarla, por increíble que eso pareciera.

Podría decirse que esa había sido una de las noches más especiales de su vida, la simple presencia de él junto con ella había bastado. Solo exceptuando, claro, el acoso que le dió su amiga Eloise que se fue del festival. Y es que había sido implacable, no la dejó en paz hasta saber algún detalle de lo ocurrido, al punto que Penelope quiso escapar de aquella habitación. Logró distraerla solamente cuando cambió el tema hasta su relación incipiente con el profesor universitario.

Ya en su casa, con el fin de semana por delante, Penelope se preocupó solamente de soñar, sencillamente. De volver a aquel instante una y otra vez. Intentó no preocuparse demasiado de que Colin no respondiera el mensaje que le envió la mañana siguiente, queriendo saber como estaba. Asumió que estaría durmiendo eternamente luego de resuelto todo el desorden causado por el evento, así que decidió simplemente esperar. Así, llegó el día domingo y en la tarde, luego del almuerzo, sintió el sonido certero de su celular. Saltó tan fuerte (entre el susto y la emoción) que su madre y hermanas se sorprendieron, curiosas.

 Estoy bien, ya descansado. Perdón por no responderte, no tuve tiempo para nada y luego  dormí muchas horas. Recién hoy sentí ánimos ¿tú cómo estás? :)

Penelope sonrió mirando su celular, mordiéndose por dentro la mejilla intentando no hacer sonidos de emoción desde su sitió en el comedor.

¿Quién es?- preguntó su madre, con la ceja levantada.

-Nadie, iré a mi habitación a leer

Logrando escapar, llegó a su habitación y lanzó su cuerpo a la cama, aun sonriendo.

¡Qué bueno que descansaste! Temí que hubieras entrado en coma luego de todo ese estrés...yo estoy bien, no quisiera volver al colegio mañana, pero fuera de eso, estupenda

Segundos después, recibió respuesta.

Yo tampoco quisiera, sobretodo porque en la tarde es la reunión de padres y apoderados y mamá va a enterarse de que baje las notas de ciencias...cambiando de tema ¿has visto la película nueva? esa del motorista y la universitaria (olvidé el nombre, lo siento jaja)

Penelope sintió el corazón paralizado un segundo...

No creo que tu madre te diga algo, después de todo te basta mirarla con ternura para convencerla. Y no...no la he visto, solo sé que es muy popular.

Primero fue el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora