En los últimos dos años, Wednesday Addams y Enid Sinclair se han enfrentado a todo tipo de desafíos y misterios. Su último año en Nevermore parecía perfilarse como el más pacífico hasta el momento. Pero durante unas vacaciones escolares de primavera...
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Enid fue la primera en despertar.
Era algo que había comenzado a ser cada vez más frecuente, especialmente en el último año.
Normalmente, Wednesday solía ser la primera de las dos en levantarse de madrugada. Enid aún recordaba esas primeras mañanas de su primer año juntas en Nevermore, al despertarse y tener como primera visión del día siguiente un par de ojos negros y oscuros observándola desde el otro lado de la habitación. Algo que al principio la ponía nerviosa, incluso la aterrorizaba, pero terminó siendo una grata visión para empezar el día. Enid aprendió a ver la adoración en esa mirada.
Pero desde su primera transformación, Enid había notado un aumento en las mañanas cuando era la primera en dar la bienvenida al nuevo día.
Estar más en sintonía con su lobo interior significaba necesitar menos horas de sueño excepto en las vísperas de luna llena. Salvo esos pocos días del mes, rara era la noche en que Enid necesitaba más de cuatro o cinco horas de sueño y sus sentidos parecían estar más sintonizados con los cambios de luz y temperatura de manera inconsciente.
Por eso, a pesar del nido de mantas y sábanas que tapaban la luz del sol que entraba por la ventana, una dormida Enid notó la llegada del amanecer antes que nadie, despertando abrazada a Wednesday .
La mujer lobo sonrió. Wednesday se había quedado dormida abrazándola también, pero como solía ocurrir en algún momento de la noche, la Addams había vuelto en sueños a su postura tradicional: boca arriba, estirada como un cadáver en el ataúd y con los brazos cruzados sobre el pecho. A Enid siempre le había parecido curioso que Wednesday durmiera más como un vampiro estereotipado que como los vampiros que conocía.
La pobre Divina se había despertado más de una vez de madrugada con el pie de Yoko en la nariz.
Con la sonrisa aún en los labios, envuelta en el calor de las mantas, Enid apretó su abrazo alrededor de Wednesday mientras abría los ojos para mirarla. Como siempre que sus ojos se posaron en el rostro de su amado, Enid contuvo el aliento por un momento. Para Enid, Wednesday siempre fue hermosa en todo momento y en todas las circunstancias, pero mientras dormía, con todos y cada uno de los músculos de su rostro relajados y serenos, la Addams eran un espectáculo para atesorar.
Mientras Enid se movía unos centímetros, buscando ponerse más cómoda, notó otro cuerpo a su espalda. Al recordar que no estaban solas, la loba levantó la cabeza para observar a las demás ocupantes de la habitación y tuvo que contener una carcajada que amenazaba con escaparse de su boca.
Friday dormía junto a ellas. Needler estaba algo más apartada, situada a sus pies. Woe estaba aún más lejos, cerca de la parte de la tienda improvisada de mantas y sábanas que servía de entrada.
Y las tres durmieron exactamente en la misma posición que Wednesday . Enid encontró la foto adorable e hilarante.
Oh, Dios mío, desearía poder tomar una foto de esto , pensó mientras se tapaba la boca para sofocar una risita.
