En los últimos dos años, Wednesday Addams y Enid Sinclair se han enfrentado a todo tipo de desafíos y misterios. Su último año en Nevermore parecía perfilarse como el más pacífico hasta el momento. Pero durante unas vacaciones escolares de primavera...
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Nevermore Academy era un edificio antiguo.
Y como todos los edificios antiguos, estaba lleno de sombras incluso en las mañanas más brillantes. Sombras nacidas de una arquitectura concebida para la protección y el secreto. No había lugar en Nevermore donde la luz dominara con total plenitud. En todas partes, en cada habitación, siempre habría al menos ese rincón apartado, aislado, sumergido para siempre en las sombras.
Algo que iba a ser bien recibido por un amplio sector de su alumnado, esas criaturas de la noche con hábitos oscuros conocidos popularmente como adolescentes. Que un porcentaje significativo de ellos también fueran vampiros o miembros de otros linajes nocturnos sin duda ayudó.
Cierto, los vampiros realmente no tenían problemas para salir a la luz del sol (siempre y cuando no olvidaran sus lentes), pero eso no significa que lo disfrutaran. Así que para muchos de ellos Nevermore era un lugar ideal.
Ciertamente, Yoko Tanaka siempre lo había apreciado, caminando por el pasillo de Ophelia Hall, siempre lleno de un oscuro claroscuro, evitando los reflejos brillantes de las ventanas mientras se dirigía a las escaleras que la llevarían a la única habitación en la torre de el edificio.
Originalmente, la vampira no debería estar en Nevermore en este momento. En este segundo día de vacaciones de primavera debería haber estado con su novia camino a Europa para visitar Roma, pero la fortuna jugó malas cartas. Divina tuvo que atender una emergencia familiar y el viaje fue cancelado. El nuevo plan era que Yoko la esperaría en Nevermore, donde se encontrarían antes del fin de semana anterior al final de las vacaciones para un viaje corto improvisado por carretera.
Así que Yoko tenía al menos tres o cuatro días por delante en Nevermore sin la compañía de Divina. Tres días de soledad y aburrimiento en una Academia casi vacía. Obviamente, solo podía resolverlo molestando a su pareja favorita. Enid y Wednesday eran buena compañía para divertirse con travesuras.
Bueno, Enid era buena compañía. Wednesday fue más un gusto adquirido.
Ahora, a Yoko sinceramente le gustaba la pequeña gótica con tendencias homicidas. En general, a Yoko le gustaban las personas que eran honestas consigo mismas y que no les importaba un carajo lo que los demás pensaran de ellas. Pero a pesar de eso, Wednesday fue un maestro del distanciamiento social y la construcción de muros personales. Su relación era cordial, pero Yoko sabía que ella no estaba en la lista de verdaderos amigos de la Addams. Si Wednesday la retuvo en algún sentido, fue principalmente por Enid.
La vampira podría vivir (¿ no vivir ?) con eso. Estar en la lista de personas toleradas por Wednesday Addams ya era un logro notable. La lista de Wednesday de verdaderos amigos en Nevermore solo tenía dos personas, Enid y Eugene. O tal vez tres, aunque hubo días en que la relación entre Wednesday y Xavier Thorpe parecía casi más de hermanos que otra cosa. Bueno, y también había que considerar la rivalidad con Bianca. Había al menos respeto genuino en eso.
