En los últimos dos años, Wednesday Addams y Enid Sinclair se han enfrentado a todo tipo de desafíos y misterios. Su último año en Nevermore parecía perfilarse como el más pacífico hasta el momento. Pero durante unas vacaciones escolares de primavera...
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En los meses de primavera o verano, o incluso en otoño e invierno si el clima era adecuado, el patio era el área favorita de los estudiantes de Nevermore para las comidas.
Y el desayuno no fue la excepción.
Ante sus ojos descansaban huevos, tocino y un puré verde de origen indeterminado, pues ningún comedor escolar del país podía prescindir de alguna comida de carácter extraño y desconcertante, incluso para los estándares de los marginados. Al menos esa era la opinión de Ajax mientras palpaba con cautela la pasta verdosa con una cuchara.
Animándose a probar un bocado y decidiendo que la sustancia parecía comestible, Ajax Petropolus procedió a continuar con su desayuno en relativa soledad.
Oh, no estaba solo en el patio. A pesar de que el lugar estaba un poco más tranquilo de lo que sería en circunstancias normales, había un puñado de otros estudiantes que habían optado por permanecer en sus dormitorios durante el descanso.
Por supuesto, estrictamente hablando, ese no fue el caso con Ajax. Sus notas no habían sido tan buenas como deberían haber sido y sus padres le habían dado un ultimátum a nivel económico, controlando sus gastos. Sin fiestas, sin viajes con amigos. Podía visitar la casa familiar o quedarse en Nevermore, pero cualquiera que fuera la opción que eligiera, tendría que dedicarse a sus estudios.
Optó por Nevermore, no por un mezquino resentimiento, sino por puro pragmatismo. Si realmente quería usar las vacaciones de esa semana para ponerse al día con los cursos académicos, una casa llena de parientes que lo visitaban durante las vacaciones no era el lugar para él. Lo visitaría durante el fin de semana, eso era todo.
El joven gorgon estaba sumido en sus pensamientos y tratando de ignorar qué podrían ser los bultos en el puré verde cuando los vio entrar al patio y casi se ahoga.
Enid y Wednesday no eran un espectáculo extraño en el quad. Desayunos, almuerzos, ratos de descanso... solían ser una presencia habitual, sobre todo el colorido licántropo. Para las cenas era más común que los dos las pasaran en su dormitorio.
Enid era su mejor amiga. Lo que puede parecer extraño para aquellos que sabían que eran una ex pareja. Pero, de nuevo, Ajax nunca había tenido problemas con ser extraño, y valoraba demasiado la amistad de la loba como para permitir que se arruinara por una cita fallida de solo un par de meses que terminó por elección mutua.
Wednesday, por otro lado... Bueno, Ajax no tendría problema en llamarla amiga si no fuera por el hecho de que estaba bastante seguro de que los Addams lo llenarían de navajas si se atreviera a hacerlo. Así que eran más como conocidos cordiales. Al menos, Wednesday siempre fue cordial con él, a su manera reservada ocasionalmente salpicada de sarcasmo mordaz.
Que era bueno Si realmente no le gustabas, las respuestas de la Addams solían ser ignorarte, insultarte de una manera directa que no dejaba lugar a dudas o proceder a planear tu asesinato hasta que Enid se dio cuenta y la contuvo antes de que las cosas pudieran escalar.
