En los últimos dos años, Wednesday Addams y Enid Sinclair se han enfrentado a todo tipo de desafíos y misterios. Su último año en Nevermore parecía perfilarse como el más pacífico hasta el momento. Pero durante unas vacaciones escolares de primavera...
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El resto de la mañana hasta la hora del almuerzo transcurrió con normalidad.
Bueno, relativamente normal. Tanta normalidad como se puede conjurar cuando hay múltiples Addams involucrados. Y que técnicamente todos fueran la misma persona ciertamente no era muy normal.
Quizá sería más apropiado decir que el resto de la mañana transcurrió tranquilamente, sin más escapadas de las chicas ni encontronazos con elementos indeseables. Wednesday y Enid les dieron a las contrapartes dimensionales un recorrido por las diversas instalaciones de Nevermore. Friday insistió en volver a visitar las colmenas, lo que le permitió a Eugene conocer a los otras "primas" de la Addams y ponerse al día sobre su verdadera naturaleza.
El apicultor insistió en que, en comparación, su teoría del viaje en el tiempo sonaba más sensata.
Una breve parada inicial en el campo de tiro provocó una competencia de tiro con arco entre Wednesday y Woe que consumió gran parte de la mañana. La competitividad de las dos salió a relucir de manera sublime cuando tras varios tiros se dieron cuenta de que sin excepción ambos estaban siempre en el blanco.
Después de eso empezaron con los trucos. Disparar múltiples flechas. Disparos a objetos móviles. Disparos a un estudiante que pasaba y se atrevió a silbarles (huir de las flechas lo salvó de las garras de Enid, pero nunca lo sabría).
El resto de la visita a las áreas de aulas y herbolaria de la Academia estuvo marcada principalmente por las preguntas académicas de Needler sobre la naturaleza de las clases y cómo se adaptaban a las diferentes especies de parias. La científica Addams confesó sentir celos de que su contraparte mayor pudiera disfrutar de una vida académica tan rica en Nevermore.
"Me hubiera encantado poder asistir a un lugar como este", dijo.
Por qué tal declaración provocó un ligero ceño fruncido en Wednesday y un ataque de risa en Enid era algo que le explicaría más tarde. La ironía se manifiesta de las formas más inesperadas.
Pasaron las horas, y finalmente llegó el momento que llevó a Enid a encontrarse ante la puerta exterior de Nevermore, lista para emprender su viaje a Jericho después de haber hecho una última visita a la biblioteca Nightshades para memorizar extraños olores.
"¿Estás segura de que no quieres llamar a un taxi?" preguntó Yoko.
La vampira se había reunido con el resto del grupo durante la hora del almuerzo. Su intención inicial de encontrarse con Enid, Wednesday y las chicas durante el desayuno desapareció por completo de su mente cuando una llamada de Divina provocó una sesión de Facetime de varias horas casi toda la mañana.
"Nah, aunque está nublado no huele a lluvia", respondió Enid, "y me vendrá bien para quemar energías en una caminata".
"Ah, sí, toda la energía que no pudiste quemar anoche con tu novia debido a las visitas sorpresa", respondió la vampira con una sonrisa pícara.
