Una Joya Preciada

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Mientras el duque tomaba un baño, recogí su ropa, sentía la tela tan suave y fina, manchada recién con sangre, al levantar una prenda algo se cayó... Era un pequeño collar con una Joya muy bonita de color negro con una bella cadena de oro puro, la curiosidad seguía ya qué pensé que tenía una amante... Deje la ropa escondida y saque nueva para el.

Mientras pensaba en como lo sacaría discretamente de mi habitación no me di cuenta que el ya había salido de tomar el baño...

-Señorita... Señorita mariella!

Unas manos tocaron suavemente mis hombros y el reflejo de la ventana me dejo ver la figura de aquel hombre en bata, rápidamente reaccione y dije

-Disculpe, quedé tan sumergida en mis pensamientos, la ropa esta en mi cama si desea cambiarse.

A lo que el respondio riendo levemente

-Señorita pero, se va a quedar viendo como quito la bata y me cambio frente a usted?

Con una cara tan roja tape mis ojos y me di la vuelta diciendole

-Dios mio! Duque por favor no diga esas cosas delante de una dama, más usted teniendo amante.

El silencio fue tan frío en la habitación qué se podía escuchar como el caminaba lentamente en la habitación y se dirigía hacia mi mientras estaba de espaldas... Sentí como el se acercó a mi oído y dijo

-Qué la hace creer que tengo una amante, señorita mariella

Mariella: - Pues vera, encontré una bella Joya en su ropa y pensé que era de alguna señorita ya qué no es muy peculiar ver a un hombre con una Joya así...

Mi piel se erizo al sentir la respiración cerca de mi, el aroma de el era fresco aunque siempre emite un aura demasiado intimidante y psicópata.

Quite mis manos y me di la vuelta, mientras el puso una de sus manos en mis ojos cubriendolos de nuevo, era una obscuridad total, me pego poco a poco hacia el, había algo dentro de mi qué hacia qué le obedeciera, como si la antigua dueña lo hubiera amado... Sentí como el suspiro de su boca estaba cerca de la mía, su brazo rodeaba mi cintura, pero también había algo que seguía con curiosidad ya qué seguía con su aura, en ese corto lapso escuche que susurro

-Tu aroma es tan dulce pero letal...

No sabía a que se refería así que lo deje así por un tiempo, me aleje rápidamente ya qué tenía que sacarlo de ahí..

-Duque, ya tiene que irse, mi padre seguramente lo espera

Duque: -Tiene razón, por cierto, la joya no es de ninguna amante, no tengo nada que ver con alguna mujer, por favor también le enviare un regalo para el baile al qué tenemos que asistir.

Mariella: -Esta bien, esperare entonces, hasta luego.

Asintió y se fue en silencio, mi cabeza daba vueltas, decidí mejor salir al gran salón ya qué ahí vi un hermoso piano.

Al entrar en ese gran salón me di cuenta de lo vacío que se veía, las grandes ventanas dejaban ver el hermoso jardín con muchas flores, como una pintura era arte puro, el suave aroma floral estaba en el salón... Ligeramente escuche a mi padre hablar y estaba con el duque.

Me senté y delicadamente empece a tocar el piano, las notas se escuchaban tan bien que sentí una hermosa sensación, hacia tiempo que no lo tocaba desde que no estoy en el otro mundo... Mientras más tocaba sentia algo dentro de mi que crecía, cuando en ese instante pude ver como algunas luces pequeñas iluminaban el salón... Era magia?

-Dios mío! - dije asombrada de lo que podía hacer, yo misma hice magia sin darme cuenta, seguí tocando cuando más lucecitas aparecieron, habían varios colores, todo era muy bonito... Al terminar la melodia me di cuenta que mi padre y Santis estaban observando...

Padre yo...

Reencarne en el cuerpo de la villana nobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora