Piano y tormenta

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Mientras mi padre y Santis observaban desde la puerta como tocaba el piano, las pequeñas luces seguían iluminando aquel salón de varios colores , al voltear me di cuenta que ellos estaban ahí observando como el salón estaba tan iluminado y la impresión en sus caras me hizo hablar...

Mariella: -Padre yo... vi el piano así que me senté a tocar un poco y aparecieron las luces mientras la melodía seguía...

Mientras se acercaba mi padre hacia mi con una expresión de asombro, pero sus ojos reflejaban un brillo sincero.

Duque D'Angelo: -Hija mía, es-esto lo has echo tu?? todo lo que hay en este salón, la magia la provocaste tu??  

Mariella: -Ss-si, yo lo hice cuando me di cuenta las luces empezaron a salir e ilumine el salón... 

Mientras Santis veía cuidadosamente las luces al rededor del salón, fascinado como si nunca hubiese visto tal magia, claro el es el rango superior en todo el imperio no por nada es la mano derecha del emperador... 

Duque D'Angelo: - Como lograste esto? es fascinante que no te hayas desmayado al lograr el nivel de iluminar un salón así, desde hace cuanto estas guardando el secreto de este tipo de magia? sabes el linaje tan importante que llevas? 

Mariella: -Padre, por favor aun no digas nada sobre mi magia hasta que logre crecer aun mas, necesito seguir descubriendo como en realidad lograrlo,  se que el linaje es importante, pero te pido que aun no reveles nada a nadie aun.

Duque D'Angelo: -Mmm, esta bien hija, felicidades por esto...los dejo, tengo que ir a la capital para seguir con unas cosas, el Duque de Santis se quedara en la mansión hoy, nos vemos hija.

Mi padre salió del salón, lo esperaba ya el carruaje para partir a la capital... Santis se acerco a mi lentamente mientras decía 

Santis: -Señorita, lo que quería que le enseñara en privado era magia? 

Mariella: -Sí, quiero que me enseñe eso, quiero ser aun mas fuerte.

Dije con un tono de voz firme ante el... agarro con su mano un pequeño destello de luz y cerro la puerta para que todo fuese mas privado y ningún sirviente estuviera enterado... todo era un silencio hasta que el hizo que las luces parpadearan suavemente.

Santis: -Como se dio cuenta cerré la puerta para seguir con esto mas privado, en este imperio no hay hombre mas fuerte y rico que yo aparte de su padre, si no mal recuerdo usted acepto ser mi compañera el día del baile verdad? 

Mariella: -Sí, lo recuerdo muy bien, pero, que tiene que ver lo que acaba de mencionar hace un momento con mi magia?

Santis: -Vera, usted por el linaje tiene que hacer un contrato con alguno de los magos de la torre para poder empezar a sacar mana adecuada antes de que tenga una fuga interna y sea mortal...hay algo que quiero preguntarle si me permite.

Mariella: -Si, dígame que es.

Santis: -primero, quiero que hagamos un contrato, no use a nadie mas que no sea yo, y ¿Bastián sabia algo de su linaje? 

Mariella: -Mm esta bien hagamos el contrato... Bastián no recuerdo que sepa algo sobre mi linaje, mucho menos de la magia, por lo que se el ya esta con alguna nueva señorita de casa noble, ¿por qué? 

En ese momento empezó a llover fuertemente, el gran salón que estaba iluminado suavemente y las grandes ventanas reflejaban un gran cielo gris con tormenta, cuando el duque se acerco hacia el lugar en el que estaba, me jalo del brazo...

Mariella: -Duque por favor sea un poco mas cuidadoso! 

Santis: -Señorita, empecemos el contrato, pero primero hay algo en lo que quiero que este al tanto sobre esto... Primero, esto es como estar unidos, en el momento en que le pase algo o este en peligro yo lo sabré, Segundo, estas sesiones serán privadas ya que no es un juego la magia (a medida que crece mayor es el valor), y no puede hacer contratos con nadie mas.

Mariella: -Ya veo, esta bien, si eso es lo que hay en el contrato no hay problema.

El sonido de la lluvia era cada vez mas fuerte, las luces que había creado se habían desaparecido poco a poco... en ese momento el duque empezó a sacar un pequeño reflejo de luz amarilla en su mano y con la otra me sostuvo, mientras pronunciaba unas palabras mi cuerpo empezó a sentir frío... nuestras manos se juntaron e instantáneamente esa luz amarilla se torno roja oscura... el contrato estaba echo, sentí por un momento que me desvanecía, el duque me sostuvo y vi como en su sombra  se reflejaban hilos, pensando que era normal lo deje pasar... mi cuerpo no reaccionaba correctamente, me apoye sobre el pecho del duque y el me cargo para llevarme a mi habitación pero curiosamente al salir nadie nos vio ya que uso magia de sigilo.

Las tormentas no me gustan, ya que me traen el mal recuerdo del día en que fallecí trágicamente... sabía que estos días llegarían pero no esperaba que fuese precisamente hoy que esta el duque en mi casa. 

Sentí que algo estaba mal en mi habitación así que le dije al duque que solo había dejado una trampa... inmediatamente el me llevo a otro lugar, pero por desgracia la lluvia persistía mas y odiaba la idea de quedarme sola, no era mi habitación, ni la de mi padre, ni mi casa?, al reaccionar de golpe me di cuenta que estaba en la mansión del duque.

Santis: -Acá estará segura, por favor si desea algo dígamelo... su habitación probablemente mañana este sucia, no se preocupe... su padre aun no esta enterado de que en su mansión ocurre algo así que yo le hare saber... 

Mariella: -Gracias, no tenia la obligación duque, pe-pero por favor se puede quedar un rato conmigo hasta que la lluvia pase? 

Santis: -Señorita usted... 

Reencarne en el cuerpo de la villana nobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora