Melancolía

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Mariella quien iba de regreso al ducado esperando por su padre emocionante, dejo el castillo dejándole una carta a su majestad el príncipe, estando ocupado el con el rey prefirió no interrumpirle y así solo mejor irse en silencio por la mañana y dejando una carta en la habitación que ella se había quedado.

El largo camino que recorría Mariella le hacia pensar en todo lo que había pasado dejándole dudas de porque cambiaban las cosas con el príncipe si originalmente el conocía a Mimi Carlota, se convertía en emperatriz y el príncipe jamás vio a Mariella o de eso no se acuerda ella, vagamente recuerda cosas del pasado que fueron de la infancia de la villana ... las esculturas en el jardín del palacio y los pasillos secretos del príncipe le provocaban una inmensa curiosidad y sentía que debía buscar algo ahí dentro 

 Notándose ya no tan lejano el enorme ducado de Mariella, el cochero apresuro a llegar pues el clima no pintaba nada bien... al llegar le esperaban los sirvientes en la puerta dándole de nuevo la bienvenida, su padre quien ansioso estaba la salió a recibir 

Duque D'Angelo: ¡Hija mía! ¡Has vuelto, estoy tan feliz de verte! 

Mariella presurosa corrió hacia su padre dándole un fuerte abrazo

Mariella: ¡Padre, te he extrañado tanto!

El cálido abrazo entre padre e hija fue tan reconfortante y duradero por un instante, los sirvientes preparando la mesa para tener una agradable comida... sentados en la mesa mientras conversaban tranquilamente disfrutando aquella comida, la larga platica era tan mutua, hasta que llego alguien repentinamente... 

Rápidamente llego una sirvienta asustada y corriendo hacia el comedor 

Sirvienta: Duque, Señorita! lamento interrumpir pero en la entrada el Duque Santis se desmayo 

Mariella apresurada se levanto y corrió hacia la gran sala en la que estaba el duque, ordeno que lo llevaran a su habitación y que le dejaran las herramientas de curación que ella se encargaría, mientras su padre averiguaba que era lo que le había sucedido al llegar acá 

Mariella cuidadosamente quito las prendas de Santis dejándole así la ropa mas ligera, colocándole así un instrumento mágico sobre la frente para saber el motivo del desmayo, el cuerpo cada vez estaba frío... Mariella no imagino que tal hombre tan fuerte pudiese pasar por algo así, Santis inconsciente en la cama de aquella joven señorita

Algo le pareció curioso a Mariella, el duque estaba en un estado profundo pero de sus ojos salían lágrimas como si dentro de el recordara o sintiera algo,  Mariella pasando su mano delicadamente por el rostro del duque limpiando sus lágrimas

El tiempo pasaba y ella seguía en la habitación pendiente, mientras leía sobre efectos de magia, empezó a liberar un cálido aroma en toda la habitación... Llegada la noche Mariella tomo un baño tranquilamente, al salir esperanzada en que el duque reaccionara del estado profundo lo vio de nuevo y puso el artefacto de magia pero seguía sin dar resultado, dentro de ella sentía cosas que le trataban de decir algo sobre el duque pero, ¿Qué era ese sentimiento? ¿Qué era eso lo que le dolía en el corazón a Mariella? 

Dentro del duque, su cuerpo experimentaba un cambio, pero en su mente todos los recuerdos dolorosos estaban presentes, el sentía la presencia de Mariella y que ella cuidaba de el, pero no podía emitir alguna palabra, su estado no le permitía... Los recuerdos melancólicos en el duque invadían su ser, la necesidad de consolar a Mariella en tal preocupación de verle así le era una impotencia al duque, hacia que le doliera aun mas el no poder acariciar aquel rostro preocupado y cansado de la mujer que el... 

Mariella al cabo de un rato se paro frente a la ventana y decidió ir a su invernadero para pensar un poco sobre lo que estaba sucediendo, al llegar, con un poco de magia dio luz a todo el lugar, Mariella en el invernadero tenia serpientes y mariposas que solo ella tenia permitido tocar, quien no fuese ella, ambas especies lo matarían, en el invernadero existen otras flores especiales que ella cultiva, la existencia de esas flores es casi nula y solo con cierto permiso concedido por el rey se pueden tener, fuera de ese rango son ilegales en el reino ya que su consumo tiene dos caminos, asesinato o salvación, se ha de decir que pagar por alguna de ellas es un precio sumamente alto

Tranquilamente Mariella se paseaba por el invernadero pensando en que es lo que sucedió con el Duque Santis y la causa del porque le salían lagrimas mientras estaba así, muchas preguntas surgían dentro de Mariella... al salir del invernadero tomo el camino mas cercano para llegar a su habitación, los pasillos mostraban pinturas de su difunta madre, una mujer de tal belleza en todo el reino, delicada mirada y amor reflejado

El Duque Santis a quien desde niño le conocieron por ser un pilar importante del reino, reservado, callado, frío y directo, pero, su corazón siempre fue dócil, entregado y vulnerable con una solo mujer...ese hombre que estaba postrado en la cama de aquella habitación era el mismo que sacrifico todo por amor ante solo una mujer sin importarle el precio que tenia que pagar para salvarla 

Mariella al entrar a la habitación, se acerco al duque y toco levemente su rostro para sentir algún síntoma... como no veía mejoría mando a llamar a un doctor, pero el clima en una parte del imperio estaba demasiado mal, lo cual hacia que se tardara, Mariella sentía como había algo en la habitación que era diferente del aroma que ella desprendió cuando estaba ahí... recordó que tenia las joyas aun que le dio el príncipe excepto una que desapareció (El príncipe se la quedo junto con la muñeca) 

Repentinamente un velo negro cubrió a Mariella, no le permitió ver mas y tampoco estaba su habitación 

: Querida, al fin te puedo encontrar 

Mariella: Tu, ¿De nuevo? ¿Por qué me asustas así? 

Voz: perdona querida, dime mi rayito de luz, ¿Lograste entrar al palacio verdad?

Mariella: Sí, pero que debía buscar o encontrar? Únicamente estuve más cerca del principe y un espacio en el jardín me pareció conocido

Voz: Bueno lo que te ha pasado es un avance

Mariella: sobre eso, dime, ¿Que le sucede a Santis? Ha llorado pero no despierta... Su cuerpo no reacciona y siento una serie de sentimientos que son confusos para mí, el principe no era cercano a mi tampoco

Voz: Mi querida niña, no puedo responder a todo, pero si puedo decir que de acá en adelante sobre tu maná, necesitaras acelerar el proceso, el sello que llevas dentro y los recuerdos son necesarios...

Voz: Me tengo que ir

Mariella: Pero...que debo hacer?

Voz: Busca en la canción de cuna de su majestad el Principe y Santis

Mariella: ¿Canción de cuna?

Mariella regreso a su sitio, pero la voz curiosamente le dejo el velo con el que la cubrió... Paseando por su habitación pensando cuando se acercó a Santis y...

Amame cariño, no me abandones de nuevo...

Reencarne en el cuerpo de la villana nobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora