OMEGA.
Capítulo doce: Sempai.
Naruto estaba consciente de que sus músculos no estaban listos para tener mucha movilidad. Sus piernas estaban tensas al caminar, pero al menos ya podía hacerlo sin tambalearse en el intento; eso era mucho mejor que nada.
Para su buena fortuna cuando despertó el lobo no estaba a su lado, era la oportunidad perfecta que estaba buscando para salir de ahí. Kurama no refunfuñó absolutamente nada, entonces podía tomarlo como si estuviera de acuerdo.
Sin embargo, su ropa le hacía sentirse incómodo. ¿Seda?, ¿joyas?, ¿que se supone que eran ellos?, ¿trofeos? Gruño pensando en lo tonto que sonaba todo aquello. Se quitó las muñequeras doradas y emprendió la salida con movimientos torpes.
La puerta cedió en cuanto rozó con ella, no le tomó mucha importancia y salió de la habitación; todo parecía tener el mismo diseño minimalista con colores blancos y grises. Aquello seguía sin ser algo familiar, tan irreal. Negó con la cabeza; seguramente los lobos habían existido muchísimo tiempo atrás junto otros seres mitológicos y con el paso de los años se habían tenido que ocultar en los lugares más remotos y aislados del planeta.
No había otra explicación.
Por eso no reconocía nada. Nunca se había considerado una persona que le gustara la ciencia o la historia, pero sentía que si creía en ello, todo tendría más sentido; sería más llevadero.
Siguió avanzando por los pasillos tratando que sus piernas accedieron a caminar tan rápido como él quería, sin embargo, sus pasos seguían siendo lentos. Llegó hasta el umbral del segundo piso, dividido por dos columnas de escaleras. Frente a ellas estaba la puerta principal; no lo pensó más para bajar a gran escala.
Entre tropiezos puedo avanzar hasta su meta; la entrada se abrió en un instante. Naruto sintió como sus cabellos se mecieron por el suave viento golpeando su rostro; sonrió con una extraña euforia para salir de la mansión. No giró hacía atrás y avanzó por el camino de metal azabache.
Admiró la extraña naturaleza que lo rodeaba; al mezquino clima helado que se extendía poco a poco mientras avanzaba más lejos de la residencia. Tocó las hojas más cercanas y las inspeccionó; los colores azules y verdes lo cautivaron por un segundo.
Era tan diferente...
Siguió caminando hacía adelante, sus pies descalzos eran apenas sensibles a la temperatura helada que comenzaba a aumentar. No se detuvo hasta que frente de sí un reflejó de luz tomó su atención; giró hacía atrás mirando que no estaba tan lejos como le hubiera gustado, sin embargo, conforme se fue aproximando hacía los destellos es que se dio cuenta de la verdad.
Sasuke no iba a estar ahí, no.
No cuando estaban tan atrapados.
Sus manos se extendieron tocando la cúpula invisible que los rodeaba; era un campo de energía que los encerraba completamente. No había otra manera de definirlo más que una inmensa jaula; sus puños se apretaron con furia ¡¿asi eran las cosas?! No, no todo podía ser tan fácil.
Ellos lo tenían todo pensado.
¡¿Dónde diablos estaba ese bastardo?! De nuevo sus lágrimas se acumularon en sus ojos, pero no se atrevió a dejarlas salir. No podía seguir demostrando que era débil; su instinto se aprovechaba de ello; Sabía que Kurama lo hacía.
Acumuló su coraje y golpeó con furia la pared invisible, pero ésta no cedió. Volvió a golpearla con más fuerza buscando ese punto de quiebre, pero nada volvió a pasar. Rabioso por lo que representaba aquella barrera la embistió con furor ¡Estaba harto de tanta mierda! Sacó sus garras y de nuevo atacó incrementando cada vez más su coraje.
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Omega
FanfictionCuando enormes bestias los muerden sellaron su destino. Fueron llevados a otro lugar a salvar una especie en peligro de extinción. Naruto sabe que de debe salvarlos a todos, incluida su madre. SasuNaru. Omegaverso.